El equipo de Gobierno ha anunciado esta semana las gestiones para sacar del lago de Arcos el legendario barco Mississippi tras su abandono hace décadas. La idea es recuperar la embarcación para su instalación en una rotonda o algún lugar emblemático de la ciudad, posiblemente en la misma barriada El Santiscal en cuyo lago actualmente se encuentra varado. Por lo pronto, la Junta de Gobierno Local ha aprobado esta semana la contratación de una empresa especializada para extraer el barco del agua, que dado su estado de deterioro parece una tarea complicada.
El alcalde de la ciudad, Isidoro Gambín, es consciente de que la oxidación del barco no es la mejor imagen tanto para el turismo como para el medio ambiente. La intención es alcanzar un acuerdo con la propiedad, para lo que se firmaría un convenio de cesión con los herederos del conde Eduardo Manjón cuya familia es la legítima propietaria del barco. También se pretende restaurarlo si es posible. Gambín dice que el Mississippi es “un símbolo sentimental” de Arcos y prevé que la tarea de sacarlo del agua y restaurarlo será costosa. Si no fuera posible rehabilitarlo, se baraja la idea de construir una maqueta de parecidas dimensiones para colocarla en alguna rotonda.