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Unos mayores muy activos

El Centro de Participación Activa para Personas Mayores realiza actividades y promueve iniciativas para que los mayores barbateños tengan una vida saludable

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  • Juegos de mesa en el centro.

Desde el año 2005, el Centro de Participación Activa para Personas Mayores de la Casa del Mar se ha convertido en un lugar donde los jóvenes de la tercera edad demuestran cada día que ser mayor no es sinónimo de estar quieto.

El centro, dependiente de la Consejería de Salud y Bienestar Social, tiene más de mil socios y cuenta con todo tipo de actividades para sus usuarios. Entre los talleres destacan el de pintura o baile, además se dan cursos de informática o gimnasia, todo ello impartido por monitores voluntarios y adaptado a las necesidades de cada persona. También hay un trabajador social y un psicólogo que acuden de vez en cuando.

Pero lo cierto es que costó mucho dejar las instalaciones aptas para su uso, algo que recuerda su presidente, Ramón Basallote, quien cuenta que “tuve que escribirle una carta a la consejera para conseguir que arreglaran esto”.

Pero el centro también es un lugar de encuentro con los amigos. Así, no es raro ver a grupos de hombres y mujeres en las mesas de su salón disfrutando de los juegos de siempre como el chinchón o el dominó. Y hasta han formado un coro que canta en ocasiones especiales.

El deporte también es importante, y por ello, el centro participa junto al Hogar del Pensionista en las Olimpiadas para Mayores que se celebran este año en Villamartín.  Después prepararán en octubre su Semana Cultural y ya están pensando en alguna excursión.

Estos mayores también están dispuestos a ayudar a los demás. Basallote explica que colaboran con Amigos Solidarios con alimentos y que en general “estamos abiertos a todas las asociaciones, peñas y centros que necesiten nuestra ayuda para algo”.

En cuanto al balance del año 2013, el presidente del centro afirma que “ha sido muy positivo” y pone como ejemplo que “los que vinieron el año pasado han repetido este año”. No solo eso, sino que hay incluso listas de espera para participar en alguno de los talleres. Sin embargo, Basallote concluye que “esto no sería posible sin la gente, y los socios están muy contentos con el trabajo de los monitores”. 

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