Alba Arriaza, una joven diseñadora andaluza de moda flamenca, representará a Andalucía occidental en la final de los Premios Nacionales A La Moda para jóvenes diseñadores en Madrid el próximo 16 de noviembre. Tras haber ganado en su comunidad, Arriaza asume con orgullo la responsabilidad de llevar su cultura y raíces andaluzas a un certamen de alto nivel en la capital.
- Entiendo que verse en un premio nacional de este calibre es algo que te habrá llenado de orgullo, ¿no?
Muy emocionada y agradecida porque a este concurso se presenta mucha gente y sinceramente, es un orgullo que me hayan elegido a mí para poder ser la representante de Andalucía. Sí que es cierto que Andalucía a diferencia de otras comunidades, está dividida en dos: oriental y occidental.
- ¿Cómo ha sido el camino? Ser diseñador de moda es algo por lo que no todos se decantan, pero que al final, es una profesión que está en nuestro día a día
Es algo que en su momento no lo tenía pensado. Yo estudiaba filología francesa y me puse a pensar lo que quiera en realidad y el di cuenta que esto, el diseño de Moda, era lo que quería y este es mi quinto año estudiando.
Siento además la responsabilidad de dejar el listón alto, de llevar el nombre de Andalucía y de mi pueblo a España
Estar en este concurso es un pasito más en todo lo que conlleva, esto es un trabajo duro en el que nunca se termina de crecer.
- Además, con tu juventud, supongo que vivirás también los problemas de inserción laboral. Cuéntame un poco cómo es el mercado del diseño de moda, ¿cómo es hacerse hueco y nombre?
Es muy difícil porque además tampoco se invierte en ayudas y los jóvenes nos las vemos difícil. Lo principal y a lo que aspiramos es a tener un taller propio o trabajar para alguien al que admiremos o tengamos de referencia, pero este es un camino que no es nada sencillo y llegar a tener un taller propio… es muy complicado.
- Con estas dificultades entiendo que habrá trabas incluso entre los propios diseñadores nóveles, ¿no?
En realidad, aunque queramos ver que no, hay competencia. Por mucho que nos llevemos bien, en realidad somos competencia los unos con los otros y lo que queremos es mejorar y ser mejor que el otro aunque luego nos llevemos bien. Si no somos los mejores, luego los clientes no nos van a elegir.
- ¿Un joven diseñador podría llegar a algo sin estos certámenes?
Creo que sí, pero es más complicado. Es muy grande todo lo que mueve un certamen, la difusión en las redes sociales, no es la mismo que moveríamos nosotros solos.
En los pueblos, por ejemplo, si que es más posible porque allí es mucho más sencillo lo que se conoce como el boca a boca.
Esto al final es lo que más nos ayuda a los diseñadores, que una clienta se haya ido satisfecha y que le haya gustado, es lo que hace que la gente confíe más en ti.
- Lo haces además con una colección inspirada en tu pueblo, en tus raíces, es importante para ti mostrar a nivel nacional algo tan importante como de dónde vienes, ¿no?
Es lo más importante, es mi vida, es aquí donde estoy y donde quiero seguir y donde me están ayudando a que esto vaya para delante. Siento además la responsabilidad de dejar el listón alto, de llevar el nombre de Andalucía y de mi pueblo a España y creo que es la primera colección de flamenca que llega hasta allí, lo que hace que sea más original.
Cada uno se ha inspirado en lo que ha querido y yo me he inspirado en mis raíces, en mi pueblo, en las Fiestas de las Cruces de Mayo y estas fiestas son flamencas, como lo soy yo, no podía ser de otra manera.
- ¿Dónde vamos a encontrar ese punto diferenciador que hará que te alces con la victoria en el certamen?
Yo creo que en los detalles. Mi colección lleva muchos detalles, flecos hechos a mano, bordados a mano y son detales que no se ven diariamente, ni son habituales en la moda. Quiero que se vea con las ganas y la visibilidad que se le debe dar a la artesanía local y es algo en lo que tengo puedas todas mis ilusiones.
