Después de haber participado en siete de las últimas ediciones de la Liga de Campeones y haber logrado diecinueve clasificaciones europeas en veinte temporadas, el Sevilla se asoma al abismo de la mediocridad desgarrado por una honda crisis social y la total ruina económica.
El primer proyecto liderado por José María del Nido Carrasco, investido presidente el pasado 31 de diciembre, nace con dudas por la necesidad imperiosa de ahorro que ha obligado al director deportivo, Víctor Orta, a hacer seis fichajes a coste muy reducido cuyo rendimiento es una incógnita.
A pesar del buen tramo final de la campaña pasada, en la que Quique Sánchez Flores espantó el fantasma del descenso que se cernía sobre el Sánchez-Pizjuán, Orta decidió confiar el proyecto al entrenador Xavi García Pimienta, cuya experiencia en la elite se reduce a una temporada en Primera al frente de la UD Las Palmas.
Lucien Agoumé, centrocampista francés cedido por el Inter de Milán en el pasado mercado invernal, ha sido el tercer fichaje para la línea con un déficit más acusado de talento y a la que también se han incorporado como cedidos el internacional Saúl Ñíguez y el belga Albert Lokonga.
En el sector ofensivo, el Sevilla ha traspasado al Fenerbahçe -obligado por las pérdidas- a su goleador más competente, el marroquí Youssef En-Nesyri y se ha encomendado al canterano Isaac Romero, que protagonizó una irrupción estelar en el segundo tramo de la pasada temporada.
Tres futbolistas han llegado además para reforzar el ataque sevillista: el extremo Gerard Fernández 'Peque', por quien ha pagado 4 millones de euros al Racing de Santander, y los nigerianos Kelechi Iheanacho y Chidera Ejuke, dos agentes libres de los que espera rendimiento deportivo y revalorización económica.
En las semanas finales de mercado, el Sevilla deberá afanarse en dar salida a varios futbolistas que no entran en los planes del entrenador: el centrocampista Joan Jordán, el portero serbio Marko Dmitrovic, el lateral zurdo sueco Ludwig Augustinsson y el central brasileño Marcao Teixeira, entre otros, entrenan a las órdenes de García Pimienta a la espera de un destino.
La temporada 2024/25, en la que no estará Sergio Ramos tras su despedida de finales de junio, será también la de la retirada definitiva de la leyenda Jesús Navas, cuya renovación al final de la pasada campaña fue sólo hasta finales de año, por lo que estará disponible los primeros cuatro meses del curso.
Pese a ser sombrío el panorama deportivo, la mayor preocupación del sevillismo de cara a la campaña entrante está en la guerra abierta que mantiene el presidente con su padre y antecesor, José María del Nido Benavente, máximo accionista de la sociedad a título individual que insiste volver a dirigir el club aún a costa de una cruenta guerra judicial.
