Un proyecto de la Universidad de Granada, la Diputación y el Espacio Natural de Sierra Nevada recoge muestras de sus lagunas glaciales para medir el impacto del cambio climático y otros fenómenos como los aerosoles saharianos y para conocer la biodiversidad oculta de este espacio.
Medio centenar de participantes, entre montañeros, investigadores y agentes de Sierra Nevada, se han sumado a la cuarta edición de una iniciativa pionera en los parques nacionales que pretende involucrar a ciudadanos en la investigación y los programas de seguimiento relacionados con el cambio global.
Por su ubicación en el sur de Europa, las lagunas de Sierra Nevada experimentan periodos de deshielo de varios meses que las convierten en "laboratorios naturales" para analizar las huellas de esa cambio climático y para medir amenazas a estos ecosistemas.
Las jornadas permiten recopilar datos científicos a gran escala, ya que una de las principales dificultades con las que se encuentran los investigadores en Sierra Nevada es la escasez de recursos humanos para acceder a estos lugares remotos, en general por veredas escarpadas y de muy difícil acceso.
Ocho equipos multidisciplinares formados por científicos, voluntarios montañeros y agentes del Espacio Natural de Sierra Nevada se han distribuido por los principales valles de Sierra Nevada para obtener muestras de las principales lagunas glaciares.
Todas las muestras recogidas se analizarán en los laboratorios del Instituto del Agua de la Universidad de Granada para conocer el impacto del aporte creciente de aerosoles saharianos, el incremento de temperatura o la disminución de las precipitaciones en los servicios ecosistémicos que las montañas proporcionan.
Además, se trata de la primer estudio de ADN ambiental que se lleva a cabo de forma extensiva en Sierra Nevada y que proporcionará información con un gran potencial para comprender la "biodiversidad oculta" de los microorganismos que habitan estos ambientes acuáticos extremos.