Con motivo de la reciente constitución de la Asociación para la Memoria Histórica en Arcos, el Ayuntamiento pone en marcha el protocolo de Memoria Histórica establecida por Ley, con lo cual se llevará a cabo una serie de actuaciones encaminadas a un acto de justicia social con aquellas personas que fueron represaliadas durante y después de la Guerra Civil española y durante el franquismo.
Este acuerdo está auspiciado por la Dirección General de Memoria Histórica de la Junta de Andalucía, cuyo titular es Javier Giráldez, y por el coordinador de Memoria Histórica en la Diputación provincial de Cádiz, Carlos Perales, que de este modo caminan de la mano con el Ayuntamiento y la asociación local.
A partir de ahora se da por abierto un proceso para recuperar los cuerpos de personas supuestamente asesinadas, cuyos cadáveres están distribuidos hasta en seis grandes fosas que están perfectamente localizadas, en lugares como el cementerio municipal, donde existirían hasta cuatro; Junta de los Ríos y Cuesta de la Escalera, aunque la zona de El Peral pudo registrar algún lamentable episodio de fusilamientos, según explica el primer presidente de la asociación arcense, Antonio Ortega, licenciado en historia y persona que, junto un grupo de entusiastas y afectados, viene impulsado este proyecto en la ciudad.
En este preciso momento se está llevando a cabo un proceso de exhumación de cuerpos en Paterna de Rivera, en Sevilla, Córdoba, Huelva y en otros lugares donde el protocolo se activó antes. El camino, no obstante, “no será fácil, pero debe terminar con la justa reparación de estas personas”, que es el objetivo que se marca la Junta.
Este protocolo no viene más que a atender a los familiares afectados después de la represión que sufrieron sus familias hace ochenta años. Javier Giráldez señaló que Arcos, en este sentido, no hace más que atender a los vecinos, y destacó el papel que viene desempeñando la Diputación como institución pionera en España en su trabajo por la recuperación de la memoria democrática.
La Asociación de Memoria Histórica de Arcos quiere desarrollar varias actividades de interés, desde la celebración de conferencias hasta la preparación de un video testimonial, pasando por la posible exhumación de fosas comunes. “Venimos a cerrar las heridas, a que los restos de los asesinados durante el Golpe de Estado y la Guerra Civil descansen en paz”, explica Antonio Ortega, para admitir que en ocasiones este tema se ha politizado ampliamente, aunque ello está lejos de sus ánimos y de los objetivos de la propia asociación. Por ello, el colectivo ha realizado un meticuloso estudio de lo ocurrido en Arcos desde el 18 de julio de 1936. En la ciudad, realmente, no tuvo lugar una guerra civil, pero los terribles efectos del golpe de estado y de la posterior represión fueron ciertamente brutales.
Paralelamente, la asociación realiza entrevistas a familiares de víctimas, hoy día personas muy mayores, de ahí que haga un llamamiento a aquellas personas con alguna inquietud en este sentido o que quieran dejar su testimonio al resto de la sociedad.
Arcos no sólo sufrió una represión física, sino económica y moral; de hecho, y así se ha comprobado en las entrevistas realizadas, se dio el caso de despido laboral de 43 funcionarios del Ayuntamiento en agosto de 1936 por supuestas diferencias políticas; como también existe registro del asesinato de al menos 86 personas, que pudieron ser muchas más si se tiene en cuenta el elevado número de arcenses que murieron durante y después la guerra en otros lugares, incluso en campos de exterminación nazis. Como ejemplo, el que fuera alcalde de Arcos Alfonso Arroyal fue fusilado junto a otros cinco concejales, posiblemente en la carretera de San José del Valle.