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Nace una corriente en contra del cambio de uso del suelo

Cree que El Santiscal peligra como zona residencial y que se viola el acuerdo de recepción. El alcalde asegura que no existen motivos para la oposición y que son actividades inocuas

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  • Barriada El Santiscal. -

Un grupo de vecinos de El Santiscal ha presentado alegaciones en el Ayuntamiento mostrando su disconformidad con el cambio de uso que desde el equipo de Gobierno se viene produciendo sobre, al menos, dos parcelas de la barriada, la cual tiene un carácter residencial como así se especifica en el acuerdo de cesión llevado a cabo entre la anterior propiedad de la urbanización y el Ayuntamiento una vez que éste lo recepcionó durante el anterior mandato.


Esta corriente nació una vez que el Pleno municipal aprobó con los votos del equipo de Gobierno el cambio de uso de una parcela para convertirla en un colegio de idiomas; una situación que, según los denunciantes, puede dar pie a la creación de otros negocios en la barriada. En este sentido, los vecinos, que incluso han recogido y recogen firmas a este respecto, aseguran que existe una zona específica de uso comercial, por lo que no se puede convertir la parte residencial en industrial u otros usos comerciales. En otros términos, no se oponen a la escuela de idiomas cuyas instalaciones están prácticamente listas para iniciar la actividad, sino que consideran que se debería situar en otro lugar.


De otro lado, el Pleno aprobó hace unas semanas el cambio de uso de una parcela para la creación de un restaurante que podría ser el embrión del futuro proyecto de cable esquí en el lago. Sobre esta recalificación, los vecinos  aseguran que pesan sobre la parcela en cuestión varias denuncias, por lo que tampoco se le podría conceder un cambio de uso, además de que el promotor del proyecto no es el propietario de la parcela.


Los denunciantes han puesto esta situación en conocimiento de la Asociación de Vecinos de El Santiscal que, del mismo modo, se posiciona en contra de las recalificaciones de terreno, ante el temor de que la barriada pierda su carácter residencial y que, en este sentido, puedan proliferar nuevos establecimientos y negocios que alteren a la larga la tranquila vida de la que disfrutan los residentes. Es más, piensan que incluso el Ayuntamiento estaría vulnerando la Ley y el acuerdo previo a la recepción de la barriada.


Sobre la primera recalificación de las mencionadas, existe un permiso provisional a la espera de que se le conceda el uso definitivo para llevar a cabo su actividad educativa.
El presidente de la Asociación de Vecinos de El Santiscal, Antonio García, confirmaba que el colectivo también ha alegado contra el cambio de uso de las parcelas de la barriada, partiendo de “la cantidad de quejas recibidas y de firmas recopiladas”, que podrán rondar las cien rúbricas. Este medio también ha sabido que Izquierda Unida (IU) y una conocida academia local también han presentado alegaciones.


Desde el equipo de Gobierno, el alcalde del Partido Popular (PP), José Luis Núñez, ha lamentado de inicio que, como vecino de El Santiscal, nadie le haya pedido opinión e incluso se le haya dirigido para recoger su firma, como también recuerda que el primer teniente de Alcalde y delegado de Urbanismo es vecino de El Santiscal. Pero sobre todo ha defendido que las recalificaciones aprobadas se corresponden con actividades inocuas para la barriada, pues tanto una academia como un restaurante no tienen por qué alterar la vida y la tranquilidad de El Santiscal, según Núñez, quien recuerda que el cambio de uso no se ha producido para permitir “una discoteca” o negocio similar que pueda ocasionar molestias.


Además, el alcalde justifica esos cambios de uso con las necesidades propias de una población que ha crecido enormemente durante los últimos años y que, como tal, demanda nuevos servicios educativos, de ocio, etc. José Luis Núñez asegura también que el Ayuntamiento sólo se ha limitado a tramitar los proyectos presentados por sus promotores, y alude a la Junta de Andalucía como la administración pública que tiene la última palabra sobre la puesta en marcha de esos proyectos, pues es la Junta la que debe conceder en cualquier caso los permisos definitivos o denegarlos si considera que se vulnera la Ley.


A este respecto, el regidor sostiene que es deber de todo ayuntamiento tramitar los proyectos que se le presenten aunque deban ser aprobados por otras administraciones. En definitiva, piensa que no existen motivos para que una parte de la vecindad de El Santiscal se oponga a la escuela bilingüe o a un nuevo restaurante.

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