En igual circunstancias se encuentran los contratos firmados con el Gobierno de Venezuela para la construcción de cuatro Buques de Vigilancia Litoral (BVL) y cuatro Patrulleros de Vigilancia de Zona Económica Exclusiva (PVZEE), algunos de los cuales ya han sido botados y han hecho sus pruebas de mar y el resto están en fase de finalización.
Por su parte, la Armada Española, espera la finalización de los cuatro Buques de Acción Marítima (BAM) que encargó a Navantia y el ya mencionado BAC, con lo que concluiría su contrato actual con el grupo público de construcción naval.
Durante el último año, desde los sindicatos se han venido realizando concentraciones y ruedas de prensa para advertir que la carga de trabajo que se firmó en su día no se ha incrementado y que los plazos se estaban cumpliendo y muchos de los talleres de cabecera de los astilleros estaban parados como el de corte de chapa.
Ahora, desde distintos ámbitos, partidos políticos y Ayuntamientos, que le están viendo las orejas al lobo, han empezado a moverse para desempolvar el proyecto de los BAM, que tenía dos fases, la segunda de las cuales preveía la construcción de entre cuatro y ocho nuevos buques. El Ministerio de Defensa podría encargar la ejecución de esa segunda fase del proyecto aunque no tiene consignación presupuestaria para el año que viene en ese sentido, sin embargo, ya se ha sugerido que fuese el Ministerio de Industria quien adelantase el dinero para ejecutarlo.