Pasadas las nueve y cuarto sonaban las primeras notas de "Las Ganas", el tema con el que el cantante madrileño Dani Martín abría su concierto en el Gran Teatro Falla. Justo en ese momento el patio de butacas se puso en pie y a saltar hasta el final del espectáculo, algo lógico, ya que no se trataba de ópera ni carnaval ni una obra de teatro, era música animada en estado puro.
Durante las primeras canciones el artista apenas interactuaba con el público, hasta que fue entrando en calor (nunca mejor dicho, debido a las altas temperaturas que hacía en el teatro) y ya ahí se dio una comunión total entre el respetable y el cantante, junto a su banda.
Martín, en más de una ocasión, mostró claramente su admiración por Cádiz, sobre todo con la localidad barbateña de Zahara de los Atunes, donde afirmó que pasa gran parte del año, principalmente la época de verano. Entre el público asistente estaba su padre, Manolo, al que le dedicó el concierto, junto a otro buen amigo de Zahara.
"Cero", "Emocional" y "Los Charcos" fueron las últimas canciones interpretadas, tras "despedirse" del público hasta en dos ocasiones. Al final subió a una pequeña admiradora al escenario, a la que colocó una peluca y su chaquetilla con la que había cantado la segunda parte del concierto.
Este recital, dentro de la gira 'La Montaña rusa', dejó en Cádiz más de dos horas de buena música para disfrute de todos los presentes.