La presidenta de los comerciantes asociados isleños, María Cristina Arjona, manifiesta que el objetivo es sensibilizar a los estamentos públicos y conseguir una urgente puesta en marcha de las ayudas para los negocios afectados por las obras.
Las obras del tranvía han pasado de ser teorías para convertirse en una realidad. Los negocios de la calle Real y sus alrededores sufren en su ya maltrecha economía por la crisis, el que sus clientes tengan que sortear todo tipo de vallas, pasos provisionales, terrenos levantados y en algunos casos barrizales. Es por ello que se está trabajando conjuntamente para poner en marcha las ayudas y bonificaciones lo antes posible para minimizar los daños a los afectados.
Desde esta asociación se cuenta con el apoyo y buena voluntad del delegado, Manuel Prado, quién manifestó su voluntad y compromiso de seguir facilitando desde el Ayuntamiento “el respaldo a los proyectos interesantes, el diálogo y el intercambio de ideas para mejorar cada día la situación del comercio como importante sector generador de actividad económica y empleo”.