El presidente de Barclays, Marcus Agius, ha dimitido de su cargo a consecuencia del escándalo que ha salpicado a la entidad británica por la manipulación de los tipos de interés interbancario de Londres (Libor), de referencia para el mercado anglosajón, que se saldó la semana pasada con la imposición de una multa de 290 millones de libras (340 millones de euros).
"Los eventos de la pasada semana han supuesto un golpe demoledor a la reputación de Barclays", reconoció Agius, quien ha ocupado la presidencia de Barclays durante prácticamente los últimos seis años y ha anunciado que el consejo de administración del banco ha acordado lanzar una auditoría sobre las prácticas en el seno de la entidad que será llevada a cabo por una institución independiente.
"Como presidente, soy el guardián definitivo de la reputación del banco, por lo que consecuentemente debo reconocer mi responsabilidad y apartarme a un lado", añadió.
La dimisión de Agius se produce después de que la semana pasada Barclays fuera multada por las autoridades de Reino Unido y EEUU a pagar 290 millones de libras esterlinas tras admitir la entidad que algunos operadores de la institución financiera intentaron manipular las tasas del Libor, que son tomadas como referencia para fijar los precios de más de 350 billones de dólares en derivados.
No obstante, en un comunicado, la entidad británica precisó que Agius permanecerá en el cargo hasta que se haya garantizado una transación ordenada y anunció el nombramiento de Michael Rake como vicepresidente del banco.