Montero recuerda que las horas extraordinarias es un servicio voluntario del que forman parte todos los funcionarios pertenecientes al cuerpo que cuenten con la “dedicación policial” salvo renuncia expresa que deben formalizar por escrito en el mes de noviembre del año anterior. Este servicio “viene a mitigar la carencia de personal durante el periodo vacacional que se produce tanto en la época estival, como en la celebración de eventos especiales durante el resto del año, así como durante los fines de semana en que, como consecuencia de los acuerdos de reorganización de la Policía firmados en 2005, supone que se tenga que cubrir esta carencia de personal”.
La renuncia de los agentes puede hacerse no sólo en noviembre, sino a lo largo del año, pasando al final de la lista, ya que como deberían conocer “sólo tendrá carácter obligatorio cuando, una vez dada la vuelta a la lista, haya que hacer un segundo llamamiento”. Situación que comenta el edil rara vez ha ocurrido.
En cuanto a las bajas laborales, explica Montero que se han tenido que cubrir con este tipo de jornadas, que cuestan dinero público, ya que “cada turno extra supone al agente policial que lo realiza un montante de 178 euros aproximadamente por jornada de ocho horas”, por lo que el Ayuntamiento ha tenido que desembolsar hasta septiembre un montante de unos quinientos mil euros.
Por último, insiste el concejal en que los acuerdos fueron firmados por los mismos sindicatos con el anterior equipo de gobierno de IP y PSOE, por lo que les aconseja que dejen de jugar a la política “y se dediquen a su cometido, que es trabajar como sindicalistas”.