Juan José Padilla recibe el Premio "Antonio Bienvenida" a los Valores Humanos

El torero Juan José Padilla, cuya carrera está momentáneamente quebrada a causa del percance que sufrió hace dos meses en Zaragoza, recibió ayer en Madrid el VIII "Premio Antonio Bienvenida a los Valores Humanos" que concede el Círculo Taurino Amigos de la Dinastía Bienvenida.

En representación del galardonado ha acudido a recibir el trofeo su apoderado, Diego Robles, que ha manifestado su satisfacción por este reconocimiento "símbolo del afecto que dispensan a Padilla en España y el mundo entero".

"No es fácil que un torero, por muy triunfal que sea su trayectoria, reciba un galardón de este significado. Pues se dan premios al arte, a la técnica o al valor, generalmente sin entrar en otras consideraciones personales o profesionales. Y éste a los Valores Humanos lleva un mensaje muy importante", precisó Robles.

"Ahora falta la segunda parte, la forma de agradecer este premio: Padilla lo quiere hacer vestido de luces, toreando. Así es como piensa dar las gracias a tanto afecto y reconocimiento como está recibiendo de los aficionados y el público en general desde que sufrió el percance. El hombre está luchando para volver a los ruedos. Estar otra vez delante del toro será su gran triunfo", añadió el apoderado.

En el acto, que tuvo lugar en el madrileño Teatro Muñoz Seca y que fue moderado por Juan Lamarca, secretario del Círculo Bienvenida, intervino la profesora Beatriz Badorrey, quien recordó que "los que conocen a Padilla en la intimidad hablan de sus cualidades humanas, traducidas en una fuerza que va a ser la que hará posible su recuperación como torero".

El periodista Juan Miguel Núñez aludió a una frase del propio Padilla cuando tras superar la primera etapa en la batalla que está librando por la vida dijo que "este torero no quiere dar lástima..". Y efectivamente, señaló Núñez, "nadie le va a regalar nada si no es lo que él mismo se ha ganado a golpe de corazón y entrega, en el ruedo como torero, y en la calle como hombre".

El también periodista Javier Hurtado tuvo una intervención en la que resaltó igualmente "el ejemplo de entereza ante la adversidad, la naturalidad y resignación para aceptar el destino, y el propio compromiso del torero para sacar su lucha adelante. Eso es lo que nos toca ahora la fibra más íntima y sensible. Y eso se llama valores humanos".

Por su parte, el presidente del Círculo, el doctor Fernando Claramunt enumeró una larga lista de virtudes, "verdaderos motivos para que Padilla tenga este Premio, por ser responsable y solidario, con él mismo y su familia, con su cuadrilla y con el público. Padilla sonríe en todas las situaciones, y sonríe con franqueza, recordándonos que la Fiesta de los Toros, gracias a toreros como él, es la Fiesta Brava, de bravura".

Por último, Miguel Bienvenida, en nombre de "la dinastía que ha dejado huella en el toreo también por sus valores humanos", en palabras de Juan Lamarca, hizo entrega al apoderado Diego Robles de la escultura que simboliza el Premio, una obra en bronce de Santiago de Santiago, que representa a Antonio Bienvenida en un cite de frente con la muleta plegada en la mano izquierda.

"De vez en cuando sale un toro que nos recuerda el miedo y el dolor. Y ahí es donde descubrimos a los grandes toreros como Padilla, extraordinarios como seres humanos, que lo superan todo por su fortaleza física y espiritual", proclamó el último eslabón de los Bienvenida