Adentrarse en la mirada es un acto verdaderamente intenso e indescriptible para cualquier persona pues mientras para ti puede ser una tarea sencilla, para un alto porcentaje de personas es algo completamente complicado e imposible de lograr.
A veces me quedo observando cada acto, cada palabra, cada gesto, cada verbalización inteligible, cada dibujo, cada carrera, cada llanto, cada grito y es en ese preciso momento en el que me gustaría tener una llave maestra que me diera paso a su mirada para poder ver a través de sus ojos y solo así ser cómplice de las órdenes que su cerebro le pueda llegar a mandar.
En muchos momentos de mi día me pregunto como una persona es capaz de memorizar todas las matrículas de un coche con su modelo y año de fabricación, pero ser incapaz de decirme que está mal sin ser yo quién me dé cuenta.
A veces me pregunto cómo eres capaz de saber en qué día del año cayó mi nacimiento, conocer todos los jugadores del fútbol de cualquier equipo o inclusive reconocer qué canción es con dos simples notas.
A veces me preguntó como puedes almacenar todas las películas que Disney ha sacado en toda su historia, con sus personajes, con sus diálogos, con sus imágenes mientras esperas que con mis manos te indique qué hacemos ahora.
A veces me pregunto como puedes girarte con sólo oír mi voz y sonreír, pero no decirme un hola porque eres incapaz de verbalizarlo.
A veces me pregunto cómo podemos entendernos sin hablarnos mientras veo en tu mirada que no estás bien, que necesitas decirme qué te ocurre, pero no te salen las palabras., solo te sale gritar y correr para que sea capaz de poder entenderte.
A veces me pregunto por qué maldices cada objetivo que te puedo llegar a establecer para que seas capaz de lograr lo que los neurotípicos te exigimos y es ahí donde me doy cuenta que no, que nunca seremos iguales.
Y tras perderme en tu mirada me doy cuenta que no existen dos cerebros iguales y qué esto no significa que uno sea mejor o peor sino simplemente diferente.
Es complicado vivir (y ya ni siquiera vivir) sino existir en una sociedad que exige que tod@s las personas estemos jerárquicamente organizadas con un sistema de pertenencia a “algo” (que cada vez da más igual a qué pero que pertenezcamos a una parte de la sociedad que se ha creado) sin darnos cuenta que la sociedad es algo intangible, no lo palpas, no existe como un ente real, sino que es un constructo creado por los seres humanos a lo largo de tantas generaciones y que sigue perpetuándose.
Las personas neurodivergentes (es decir, las personas que no siguen un desarrollo normal) necesitan de una sociedad inclusiva que perciba la diversidad como una oportunidad y jamás como una amenaza pues mientras sigamos señalando y juzgando a una persona por tener una mirada diferente frente a la sociedad, nuestra sociedad estará abocada al fracaso.
No juzgues, piensa siempre, que tod@s y cada uno de nosotr@s somos diferente a la persona que tienes justo a tu lado. Abre tu mirada, olvida prejuicios, deja atrás estereotipos y sigue adelante para ayudar a crear una sociedad verdaderamente inclusiva donde todos seamos considerados diferentes.
