La Hermandad de Nuestra Señora de la Soledad y Santo Entierro de Nuestro Señor Jesucristo conmemora este año su 75 aniversario, una efeméride cargada de significado espiritual, gratitud y esperanza. Con motivo de esta celebración, se ha llevado a cabo un emotivo acto de apertura que incluyó una Santa Misa de Acción de Gracias, celebrada en la iglesia de San José el sábado 11 de enero a las 20:00 horas.
Durante la ceremonia, se rindió homenaje a todas las personas que han dedicado su tiempo, esfuerzo y amor a la Hermandad a lo largo de estas siete décadas y media. También se elevaron plegarias por aquellos que ya no están entre nosotros"La Eucaristía estuvo presidida por el reverendo Padre Antonio Pablo Jiménez Gil, Director Espiritual de la Hermandad, quien guió a los asistentes en un momento de reflexión. Durante la ceremonia, se rindió homenaje a todas las personas que han dedicado su tiempo, esfuerzo y amor a la Hermandad a lo largo de estas siete décadas y media. También se elevaron plegarias por aquellos que ya no están entre nosotros, recordando su entrega y su legado espiritual.
En sus palabras de bienvenida, la Junta de Gobierno destacó la importancia de honrar la historia de la Hermandad y renovar el compromiso con sus valores fundamentales. Se mencionó a los Hermanos Mayores que lideraron la Hermandad en diferentes etapas: Teresa Varo López, Juan Duarte Pérez, Sebastián Bernal Malia, Antonio Picazo Amaya, Juan Mera Marín, Antonio Marín Barrientos, Juan Domínguez Fernández y otros pioneros cuya entrega quedó plasmada en el corazón de Barbate.
Un momento especialmente emotivo fue la lectura del poema ‘Aquí no hay viejos, solo os llegó la tarde’, de la poeta nicaragüense Leda Fuertes de Casanova, dedicado a los miembros más veteranos de la Hermandad. Estas palabras resonaron como un homenaje a la experiencia, sabiduría y amor que han construido los cimientos de la entidad.
Durante la ceremonia, se recordó además la historia de la Hermandad, destacando momentos como la formación del grupo inicial liderado por Teresa Varo López y las Damas de la Caridad, quienes pusieron las primeras piedras de esta institución. También se mencionó a quienes, con sus manos y corazones, contribuyeron a vestir y adornar a Nuestra Señora de la Soledad con el mayor cuidado y devoción: Antoñín, María José Herrera Crespo, Antonia Marín Cabeza, Jesús López VillaMartín, Manuel Barberán y muchos más.
Los recuerdos también trajeron a la memoria los primeros pasos procesionales de la Virgen, el esmero de las mujeres en la costura y el trabajo incansable de los hermanos que hicieron posible cada detalle. Desde la primera corona de espinas trenzada en los campos barbateños por Juan Duarte Pérez hasta los exornos florales preparados con amor por Beatriz Varo, Pepa Varo y Domingo Benítez, cada esfuerzo fue reconocido con gratitud.
La Hermandad reafirma así su compromiso de transmitir a las futuras generaciones los valores de amor, sacrificio y solidaridad que han guiado su historia. En palabras dirigidas a la Virgen, se destacó la importancia de educar a los niños y trabajar junto a los jóvenes, quienes representan el presente y el futuro de la Hermandad; haciéndose un llamamiento a conservar el valioso patrimonio espiritual y material heredado de generaciones pasadas.
Para finalizar, la Hermandad ha agradecido a todos los hermanos y hermanas que han estado presentes a lo largo de estos 75 años, extendiendo una invitación “para seguir compartiendo juntos la fe y el amor que los une”.
