Eléctrica de Cádiz estuvo bajo la picota en 2022, a consecuencia de la crisis energética que disparó los precios energéticos. El PP, con Juancho Ortiz como portavoz entonces, advirtió de que la empresa municipal se encontraba “en quiebra técnica”. Lo cierto es que el propio equipo de Gobierno capitaneado por José María González, Kichi, reconoció que la sociedad asumió el incremento del coste para que no repercutiera hasta el punto de que, primero, había que indexar los precios con el mercado, y, por otro llevar a cabo una ampliación de capital con la aportación de 3,3 millones de euros por parte de las arcas municipales y otros 2,7 millones por parte de Endesa y Unicaja, que participan en la dirección de la comercializadora, para garantizar su viabilidad. Los populares, curiosamente, se abstuvieron en la votación.
La operación surtió efecto, de acuerdo a los datos contenidos en el Informe de Control Financiaro de Eléctrica de Cádiz correspondiente al pasado ejercicio y que aprobó recientemente el Pleno.
El estudio, elaborado por Netadia, concluye que la empresa municipal “tiene una organización consolidada, con solvencia financiera por lo que resulta suficiente para la gestión ordinaria de las competencias que actualmente tiene atribuidas”. Además, agrega el informe, “hemos verificado que no existe concurrencia de causa ilegal de disolución”.
En otro punto, subraya que “la sociedad cumple en tiempo y forma con sus obligaciones fiscales, tanto en la presentación de las declaraciones como en la correcta liquidación de los impuestos a los que está sujeta la entidad, específicamente el impuesto sobre sociedades del ejercicio y su correcta contabilización”.
La auditoría tampoco registra “incidencia significativa en relación” a endeudamiento, ni en material de personal, con una decena de empleados. Por otro lado, valora el portal web en cuanto a indicadores de transparencia y acceso a la información por parte de la ciudadanía.
