Lo más curioso del caso es que el suceso no se produjo de madrugada, sino en torno a las once de la noche y cuando todavía había clientela en los establecimiento de los alrededores, quienes tomaron los datos de la matrícula para hacérselos llegar a la Policía Local, que llegó al lugar de los hechos poco después mientras se encontraba realizando la ronda por la calle Real.
Los destrozos
El ladrón, ya que el robo fue perpetrado por una sola persona, se llevó un cajetín con monedas sueltas, puesto que el propietario de la cafetería siempre deja abierta la caja registradora completamente vacía, tras los dos robos sufridos con anterioridad. Quizás lo peor fueron los destrozos ocasiones en la puerta, que cuenta con un cristal blindado de doce centímetros de grosor.
Antonio Sánchez, dueño del negocio, ya intentó en su día contratar seguridad privada para que controlara las calles adyacentes a Real, tras la ola de robos que se produjo en varios negocios de la zona el pasado verano. Sin embargo, ha descartado esta opción por dos razones, una porque legalmente es inviable y la otra por los altos costes de un servicio de seguridad privada.