El delegado sindical por CCOO, Daniel Muñoz Peña, asegura que la firma no “jamás ha cumplido nada de lo firmado el 28 de julio de 2010 en Madrid, donde se aceptaba un Expediente de Regulación de Empleo rotativo” para reflotar la compañía. El pasado 3 de enero los trabajadores tenían que reincorporarse, según los plazos marcados, pero cuando acudieron se encontraron con que las puertas estaban cerradas. “El centro de trabajo permanece cerrado desde entonces. No hay vehículos, ni impresoras, ni mercancías”, subraya Muñoz.
La empresa, que “no nos paga nada desde agosto”, no se ha pronunciado aún, pese a los intentos del representante sindical, que ya cursó denuncia el mismo 3 de enero ante la Inspección de Trabajo. Un hecho que volvió a “repetir el día 4”.
El objetivo de los trabajadores es que “alguien de Inspección se persone y levante acta de la situación, para que podamos tomar las acciones legales pertinentes, y evitar que tengamos que venir y estar aquí ocho horas, con los gastos además que ello conlleva”, señala.
Después de meses sin recibir un euro por parte de la empresa, Daniel Muñoz asegura que “no tenemos dinero, por lo que los embargos llegarán en breve. Se nos adeudan 6.000 euros por cabeza prácticamente”. Asimismo, advierte de que los nervios quizás se pierdan pronto. “Estamos aquí pacíficamente, pero en breve endureceremos las protestas si no nos hacen caso. Si hace falta me tiro a cortar la carretera, aunque me coja un coche”.
La entidad está inmersa en concurso de acreedores. El ERE rotativo recogía que los trabajadores irían al paro, “cobrando un 80% de la nómina, del que el 70% se cobraba del desempleo, y el 10% lo aportaba lo empresa, algo que nunca se ha abonado”. En la calle, sin cobrar y sin poder buscar trabajo, porque “estamos dados de alta en teoría”. Así se encuentran unos trabajadores que viven en la incertidumbre.
