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Todo está ferpecto

Un poquito de por favor, Pedro Sánchez

Puigdemont siempre ha sido un tipo siniestro; ahora es el político con mayor capacidad de influencia en España gracias al líder del PSOE

Publicado: 06/12/2023 ·
15:19
· Actualizado: 06/12/2023 · 15:35
  • El portero Emilio, de 'Aquí no hay quien viva'. -
Autor

Daniel Barea

Yo soy curioso hasta decir basta. Mantengo el tipo gracias a una estricta dieta a base de letras

Todo está ferpecto

Blog con artículos una mijita más largos que un tuit, pero entretenidos. Si no se lo parece, dígamelo con un correo

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No suelo frecuentar (con lo que yo he sido) bares ni disco pubs por las responsabilidades laborales y paternofiliales. Si no estoy jugando con mis hijas a algún juego de mesa, suelo leer mientras tomo una infusión de cacao (soy adicto desde que B me la descubrió) enfundando en mi pijama de guata si tengo unas horas libres por la noche.

Pero, cuando abandono la calidez del hogar y mi apacible vida casi monacal, invariablemente algún desconocido se me acerca para, cubata en mano y sonrisa en la cara, decirme que me parezco al Profesor, el personaje de La Casa de Papel, interpretado por Álvaro Morte. Respondo con total sinceridad que no, pero que muy bien, guay. B se parte de risa siempre aunque ha asistido a la escena cada vez que hemos acabado en una pista de baile (ella baila; yo me meneo levemente para fingir que lo hago).

Lo cierto es que antes del personaje televisivo, me habían comparado con Emilio, de Aquí no hay quien viva (¿!) y un tipo que se popularizó con OT, Manu Guix o algo así. A veces me miro al espejo y no tengo claro quién soy.

El parecido más inquietante, me lo sacó una mujer en Cádiz en pleno Procés. Caminaba con un compañero de trabajo por la Plaza San Francisco y se nos acercó una señora para pedirnos unas monedas. Ni él ni yo llevábamos dinero en efectivo y solo pude ofrecerle un cigarrillo. Rechazó el tabaco e insistió en que le diera una moneda. Y como fuera que aquello era imposible y así se lo hice saber echándome mano a los bolsillos en un elocuente gesto de no llevar ni pelusas, la mujer torció el gesto y me dijo: “Eres muy desagradecido, hijo, y tienes to’la cara de Puigdemont”.

Ignoro la filiación partidista de aquella señora, pero, desde luego tenía una conciencia política muy aguda. En realidad no me parezco a Puigdemont (ni a Álvaro Morte, ni a Fernando Tejero ni al pianista de las primeras ediciones de OT), salvo en que el ex presidente de la Generalitat huido y yo vamos despeinados. Supongo que mi pelo largo y revuelto bastó para que me soltara aquello que, como lo de desagradecido, tenía toda la intención de hacerme daño. Puigdemont es un tipo siniestro. Y hasta aquella mujer que pedía unas monedas lo sabía.

Casi un lustro después, Puigdemont es el político con más capacidad de decisión, no solo en Cataluña, sino en el conjunto de España por la gracia de Pedro Sánchez. La reunión secreta en Ginebra, el asunto del mediador internacional, la reclamación de un referéndum de autodeterminación y las cesiones de competencias e impuestos al Gobierno catalán son una auténtica barbaridad y un ataque en toda regla a los principios fundacionales de nuestra democracia.

El PSOE trata de restituir la dignidad de su figura. Pero, qué quieren que les diga, Puigdemont sí que se parece al Profesor, autor intelectual del mayor robo democrático de la historia de nuestro país. Llámenme Emilio: harían bien los socialistas en rectificar y tener un poquito de por favor. 

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