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Curioso Empedernido

La comarca en verano

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Calor agosteño en nuestra comarca, temperatura en ocasiones agobiante entre el levante y el poniente, que no es sinónimo de que la actividad se pare, de que no tengamos una mala noticia que llevarnos a la boca, que proliferen las serpientes de verano.

Aunque tampoco es impedimento para que algunos se les vaya la olla y comienzan a disparatar con propuestas entre cínicas e irreales como el alcalde de La Línea, que en estas fechas se haya deshojando la margarita entre la provocación y el victimismo de la mano de ese peaje que se ha sacado de la manga.

A quien primero debería preguntar sobre que opina de tal tasa de paso, sería a su líder Rajoy, una vez claro está que se acostumbrará a colocarse el cinturón de seguridad cuando saliera en coche de vacaciones, y estoy seguro que le diría Ay Alejandrino, tú también, déjate de chorradas que a esta no te puede decir que sí ni Arenas, y mira que Javí es capaz de ver un caballo volando con tal de poner en marcha la mayor frivolidad que pueda hacer la puñeta a los gobiernos de Zapatero y Griñán.

Razones de Estado, cerraron el Llano Amarillo en una Operación Paso del Estrecho, en el que sólo se ha usado parcialmente un fin de semana y vuelve a abrirse, con unas cifras que confirman el descenso cada año en la llegada de magrebíes, cuyos hábitos son más como los nuestros y viajan a lo largo del año, además de que antes el único paso y entrada era nuestro puerto y ahora se reparten entre Alicante, Almería, Málaga y Tarifa.

Mientras, nosotros esperamos pacientemente, porque estoy seguro que un día, no sabemos cuando, podremos ver hecho realidad ese gran proyecto que con toda seguridad cambie y transforme el centro de nuestra ciudad, Algeciras, y veamos como es posible que lo que fue un acuerdo entre las distintas administraciones se cumpla de una puñetera vez, y es que un espacio de alrededor de once hectáreas se convierta en el gran parque metropolitano de la Bahía de Algeciras.

Apuesto por una visión optimista de nuestra comarca, a pesar de las cifras del paro y de las obras de infraestructura pendientes que tenemos y que espero no se vean afectadas por los recortes y reajustes económicos, pero hemos de echarnos a temblar cada vez que ponemos una nueva iniciativa en marcha, porque sino ahí están las conexiones aéreas desde Gibraltar con distintos aeropuertos españoles, y esperemos que las líneas de catamaranes y helicópteros entre Algeciras, La Roca y Ceuta respectivamente no tengan problemas de financiación.

Hace unos días leía en un informe de la Federación Provincial de Empresarios de Hostelería de la Provincia de Cádiz, que en el Campo de Gibraltar había habido un nivel de ocupación hotelera del 62% durante el pasado mes de julio, mientras que en el conjunto de la provincia era de un 83,4%, y que durante mes de agosto subirían algunos puntos.

La pregunta que todos y todas nos hacemos, y que no logramos entender en un lugar con la situación de privilegio como el que nos ha tocado vivir, donde existe una amplia oferta, que toca todos los palos, desde el turismo de alto nivel, pasando por el sol y playa, el rural, el cultural, o las singularidades de los deportes de viento, polo o golf, amen del hecho de visitar Gibraltar o cruzar el Estrecho para encontrarnos en otro continente, como es posible que no logremos alcanzar mayores cifras de visitantes. ¿En que estamos fallando?

De la oferta cultural, mejor no hablamos, porque con la pantalla de la crisis, lo único que podemos llevarnos a la boca en la mayoría de las ocasiones, es aquello que nos ofrece la iniciativa privada, pero no me vale colocar como excusa que nuestra gente no se interesa ni acude, porque como cualquier público cuando se le ofrece algo de calidad, responde y de forma positiva, lo que sí estoy seguro es que las cosas no se hacen solas ni brotan por casualidad, sino que hay que gestionarlas y eso supone imaginación, iniciativa y esfuerzo.

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