El Ayuntamiento isleño ejecutó obras en el interior del templo por valor de 100.000 euros, con objeto de resanar las paredes, recuperar la piedra ostionera en la base de las columnas y consolidar el retablo mayor. La restauración del retablo mayor no entraba en el presupuesto, de ahí que los carmelitas decidieran acometer la restauración por cuenta propia, aprovechando los andamios existentes en el presbiterio, reduciendo en un futuro los gastos originados por el montaje y desmontaje del andamiaje, así como evitando una nueva afectación al culto en la parroquia.
De esta forma, y confiando en la siempre gran respuesta de los fieles, aunque en unos momentos de fuerte crisis económica, los carmelitas afrontaron la limpieza a fondo del retablo, su imaginería, y las pinturas de la bóveda del presbiterio. Una obra que alcanzó los 61.248 euros.
Primeros donativos
La hermandad de Nuestra Señora del Carmen Coronada ha sido la que más dinero ha aportado hasta la fecha para costear las labores realizadas en el retablo mayor, de forma que aportó 6.000 euros. A esto hay que sumar los donativos recibidos en las últimas semanas por particulares, que han alcanzado 605 euros.
Los fieles tienen la oportunidad de ingresar el dinero en varias cuentas bancarias, indicando en el concepto ‘Retablo Carmen’, en una campaña donde los carmelitas piden que se sientan partícipes de la rehabilitación del retablo mayor.
La rehabilitación era más que necesaria e incluso estaba prevista para que en 2013 el retablo pudiera lucir su máximo esplendor, con motivo del Bicentenario de la concesión del título de ciudad, en la misma iglesia del Carmen. Con esta iniciativa de los carmelitas descalzos, se ha conseguido reducir los costos de colocación y transporte del andamiaje, permitiendo que la belleza del retablo destaque ya en este año 2010.
El retablo destaca por su talla decorativa dorada y esculturas con policromados, estofados, temples y carnaciones, que han sido limpiados concienzudamente por el equipo de Ars Nova, que también procedieron a lo largo de 2009 a la limpieza de los retablos de la capilla de la Compañía de María, sede de la Regencia española en 1810.
Mucha suciedad acumulada
El retablo tenía mucha suciedad acumulada a lo largo de las últimas décadas. El difícil acceso, la acción de los humos, etc., hizo que incluso se apreciara una pérdida de adhesión de la capa de policromía, la localización de diversos depósitos de suciedad: polvo aéreo y suciedad grasa procedente de la luminaria tradicional.
Los depósitos grasos marcan las zonas ennegrecidas del retablo, por lo que su eliminación devuelve un gran esplendor al dorado del mismo. El equipo que ha llevado a cabo el trabajo de restauración no sólo ha eliminado la suciedad acumulada, sino que ha devuelto el esplendor, gracias a la recuperación de las depuradas técnicas utilizadas a la hora de confeccionar el retablo y la imaginería.
La luminosidad del retablo destaca, pero se aprecia más al observar los paneles del proceso.
