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Andalucía

Los apoderados propuestos por la Junta ya trabajan en los Astilleros

Los propietarios de los astilleros de Huelva y Sevilla afirman que los apoderados presentados por el Gobierno andaluz ya trabajan en las dos factorías, tras lo que pidieron que "no haya interferencias" por parte de dirigentes políticos y sindicales

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  • Garantizan a los armadores que se cumplirá con los compromisos
Los propietarios de los astilleros de Huelva y Sevilla destacaron que después de que el lunes se alcanzara un principio de acuerdo con la Junta para desarrollar la hoja de ruta, los apoderados presentados por el Gobierno andaluz ya trabajan en las dos factorías, tras lo que pidieron que "no haya interferencias" por parte de dirigentes políticos y sindicales que "puedan perturbar el buen clima que se ha abierto en estos momentos para cumplir la hoja de ruta".

De esta forma, según fuentes de la empresa, la voluntad de los propietarios es "dotarles a los apoderados de plenos poderes, aunque no se haya firmado todavía su apoderamiento", de manera que "esas dos personas -José Luis Álvarez García para astilleros de Huelva y Ángel Díaz-Munío para Sevilla- empezaron a trabajar ayer en las factorías con los abogados, con libertad absoluta y transparencia máxima, dentro de un clima de diálogo y de trabajo".

Fuentes de la empresa indicaron a Europa Press que, después de alcanzar el principio de acuerdo, desde el lunes hasta el viernes los abogados de las partes están "redactando un nuevo documento que desarrolle la hoja de ruta", de forma que "se pretende mejorar cuestiones procedimentales, de posicionamiento jurídico y de forma, no tanto de fondo, para que aparezcan mejor recogidas desde el punto de vista jurídico, para que no surjan distintas interpretaciones; se ha demostrado que había dificultades de interpretación en torno a lo que la hoja de ruta decía".

Asimismo, pidieron que no se repitan situaciones anteriores, ya que "ha habido declaraciones desafortunadas e injustas, que han interferido el propio proceso de diálogo que se mantiene entre la empresa y la Agencia de Desarrollo e Innovación de Andalucía (IDEA)".

"Se han llegado a decir cosas como que la empresa quería morir matando, cuando la empresa sólo quería tener una hoja de ruta lo mejor confeccionada posible para evitar que surgieran dificultades en el largo camino que queda por recorrer", añadieron las fuentes, que pidieron que "se mantengan el clima abierto de entendimiento y que no haya declaraciones extemporáneas y a destiempo ni tampoco se intente buscar ni vencedores ni vencidos, sólo lo mejor para la compañía".

Por ello, consideraron que "se podría haber trabajado mejor y acercado posiciones si no se hubieran forzado determinadas normas de la hoja de ruta y no se hubieran hecho algunas declaraciones por parte de algunos políticos, que dificultaron el clima de diálogo y generaron tensión, provocando sensación de amenaza y coacciones hacia los consejeros".

Aseguraron que "en ningún momento se ha actuado de forma egoísta, sino desde un punto de vista constructivo para hacer ver las contradicciones que el documento generaba y que sólo poniendo la hoja de ruta en marcha se ha podido comprobar".

Las fuentes empresariales aseguraron que "no había problema en aceptar los dos apoderados propuestos por la Junta, el problema era los poderes ilimitados que tenían, pues las decisiones que deben adoptar había que enmarcarlas dentro del contexto legal y societario, de forma que accedemos a ceder los derechos políticos pero la propiedad la mantienen los empresarios".

"Los trabajadores saben que la empresa siempre ha estado por la defensa de lo que ellos planteaban e incluso han existido discrepancias dentro del consejo de administración por defender los puntos que los empleados querían", añadieron las fuentes, que recordaron a los trabajadores que en 2007 "la empresa de Huelva cedió poderes a un consejero delegado en las mismas circunstancias que ahora y dimitió por falta de entendimiento con el comité de empresa, por lo que ahora se busca que ello no vuelva a ocurrir de nuevo".

Las fuentes explicaron que se ha empezado a trabajar para convocar la junta de accionistas de astilleros, a partir de que el próximo viernes se firme el documento que actualmente se está elaborando de desarrollo de la hoja de ruta, tras lo que se deberá enviar la documentación al Boletín Oficial de Registro Mercantil (Borme), por lo que la junta de accionistas se podría celebrar a mediados o finales de febrero.

Reunión con los armadores

Por otra parte, tanto los propietarios como representantes de la Junta se reunieron con los armadores del Viking Line, a los que ofrecieron "tranquilidad" y "confort" y a los que se les dio "garantías" de continuidad de la actividad en la factoría naval tras el acuerdo entre Junta y propietarios, de forma que esos armadores "no tienen intención de cancelar pedidos".

Fuentes cercanas a la empresa precisaron a Europa Press que este encuentro se mantuvo ayer ante el riesgo de "una cercana cancelación", lo cual hubiera supuesto "una catástrofe para los astilleros" en términos "económicos y de imagen".

De esta forma, con este encuentro de trataba de "tranquilizar" a los armadores "haciéndoles ver que los problemas de astilleros se pueden solucionar, por lo que no era necesaria la cancelación".

En ese sentido, destacaron que la reunión "ha sido bastante bien", ya que "el armador está interesado en que el barco se siga construyendo, no tiene intención de cancelar y no duda de la viabilidad técnica de la factoría, aunque sus dudas eran más por motivo de la financiación, algo que se le ha garantizado con la entrada de los nuevos inversores y de la nueva estructura societaria, se podrá dar término al barco".

"Queríamos evitar que se produjera la cancelación, prevista para estas fechas, y al menos hemos conseguir ganar tiempo", destacaron las fuentes, que recordaron que "la cancelación de un barco siempre algo traumático y conlleva efectos perversos, por lo que lo mejor es que no se produzca y siempre es mejor cualquier negociación que una cancelación de pedidos".

Las fuentes precisaron que tanto en Huelva como en Sevilla con la carga de trabajo que existe actualmente hay tarea para dos años en cada una de las factorías.

Los trabajadores desconvocan las protestas

Los trabajadores de los astilleros de Sevilla decidieron ayer desconvocar, tras una reunión del pleno el comité de empresa, las movilizaciones previstas esta semana tras el principio de acuerdo alcanzado entre la Junta y los propietarios de la factoría, de forma que se mostraron "más optimistas" con el futuro de la factoría, aunque reconocieron que "hasta que no esté todo cerrado no estaremos totalmente tranquilos".

"Empezamos a ver la salida y la luz al final del túnel", destacaron fuentes del comité a Europa Press, que precisaron que ahora se deberá abrir el debate con la Junta y los nuevos inversores sobre las condiciones sociolaborales de la factoría.

Por ello, los trabajadores esperan que con la firma que se materializará el próximo viernes sobre el nuevo acuerdo entre Junta y astilleros, "se despeje la incógnita de que se finalizará la obra en curso, esa es una de las cosas que primero debe aclarar la Junta".

Asimismo, los trabajadores esperan mantener una reunión la próxima semana con la Junta para conocer los planes industriales, tanto para Sevilla como para Huelva, para conocer "lo que tienen previsto los empresarios nuevos con detalle, recibir toda la información y así negociar los planes industriales, tanto en sus efectos laborales como lo relativo a las inversiones industriales y posibilidades de ampliación de cartera y pedidos".

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