El Juzgado de lo Penal número 5 de Almería ha condenado a cuatro años de prisión a un ciudadano chino que fue hallado en posesión de un pasaporte falsificado acusado de haber enviado casi 44 kilos de cogollos de marihuana a través de distintas empresas de paquetería desde un hotel de Roquetas de Mar (Almería) donde fue sorprendido cuando trataba de remitir una última remesa.
La sentencia, consultada por Europa Press y dictada en firme tras el reconocimiento de los hechos, impone al acusado tres años y medio de prisión por un delito contra la salud pública y otros seis meses más por un delito de falsificación de documento público, por lo que además deberá abonar una indemnización de 200.000 euros así como una multa de seis meses a razón de tres euros diarios.
El hombre, de unos 33 años, fue sorprendido el 12 de noviembre del pasado año junto a un menor de edad por agentes de la Guardia Civil que se encontraban de servicio en las inmediaciones del hotel situado en la Avenida Juan Carlos I de Roquetas de Mar, donde estaba hospedado.
El acusado se encontraba trasladando a un taxi que previamente había solicitado tres paquetes de gran tamaño que iban a ser enviados a Leicester (Reino Unido), Coventry (Reino Unido) y a Villeneuve Saint (Francia) a través de una empresa de transportes. Tras examinar el contenido, se hallaron cogollos de marihuana envueltos en bolsas herméticas de plástico.
En concreto, se hallaron tres paquetes de siete, 8,3 y 5,7 kilos de cogollos de cannabis que, conjuntamente, habrían alcanzado un valor en el mercado ilícito de 123.800 euros. Asimismo, cuando el acusado, portaba un pasaporte de Japón expedido a nombre otra persona "sin sello de visado" y que había sido "fabricado de manera ilegítima". Dicho documento fue usado para registrarse en el hotel.
Los agentes encontraron entre las propiedades de W.G.W. varios resguardos correspondientes a envíos efectuados tres días mediante otras tres empresas de envíos con destino Reino Unido que fueron interceptados e incautados por la Guardia Civil con 18,2 kilos de cannabis en total, que habrían alcanzado un precio de más de 33.800 euros en el comercio negro.