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Haidar ya está en su casa de El Aaiún

De esta forma se pone fin a 32 días en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote -los mismos días que permaneció sin ingerir alimentos en su anterior protesta de 2005- para reclamar el regreso al Sáhara Occidental, tras ser expulsada por Marruecos

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  • Aminatu Haidar sonría a su llegada a El Aaiún.
  • Le devuelven el pasaporte marroquí
El médico que ha seguido durante el último mes el estado de salud de Aminetu Haidar, Domingo de Guzmán, confirmó este viernes la llegada de la activista saharaui a su casa de El Aaiún, donde se encontraba esta madrugada estable de salud y ya con el pasaporte marroquí que le han devuelto las autoridades del reino alauí.

El doctor y la hermana de la activista, Leila Haidar, acompañaron a la saharaui en su regreso a El Aaiún desde Lanzarote, donde permaneció 32 días en huelga de hambre.


En declaraciones a TVE recogidas por Europa Press, De Guzmán explicó que cuando aterrizó pasada la medianoche el avión medicalizado en la capital saharaui se encontraron con una comitiva de recepción con decenas de simpatizantes y las autoridades marroquíes devolvieron el pasaporte requisado a Haidar. En este sentido, la entrada en Marruecos se produjo "sin problemas".

La activista y sus acompañantes se desplazaron en el coche de un familiar hasta la residencia de Haidar, donde permanecía esta madrugada en condición "estable" y sin aparente necesidad de atención médica.

De esta forma se pone fin a 32 días en huelga de hambre en el aeropuerto de Lanzarote -los mismos días que permaneció sin ingerir alimentos en su anterior protesta de 2005- para reclamar el regreso al Sáhara Occidental, tras ser expulsada por Marruecos.

El pasado día 13, la activista saharaui regresaba a El Aaiún, después de recibir en Nueva York el 'Premio Coraje Civil 2009' de la Fundación Train cuando fue arrestada por la policía marroquí, que le confiscó su pasaporte. Un avión de la compañía 'Canarias Aeronaútica' la trasladó al día siguiente, contra su voluntad, hasta el aeropuerto de Guacimeta, en Arrecife (Lanzarote), donde ha habitado desde que en la noche del día 15 decidiera emprender una huelga de hambre.

El hecho de que España permitiera a la activista saharaui entrar en territorio nacional sin pasaporte ha generado numerosas críticas y acusaciones reiteradas hacia el Ejecutivo de Zapatero. El pasado día 11, tanto el presidente del Gobierno como la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, apuntaron a la policía fronteriza como responsable de permitir la entrada en España de Haidar y desvincularon a cualquier autoridad política de esta decisión.

Estas declaraciones provocaron inmediatamente las quejas de los sindicatos policiales en defensa del trabajo de sus compañeros y un desmentido inmediato por parte de la abogada de Haidar, Inés Miranda. El Ministerio de Interior salió al paso de las acusaciones que apuntaban a un incumplimiento de la Ley de Extranjería (art. 25 y 56) alegando a la extrada excepcional de extranjeros sin pasaporte por "motivos humanitarios".

El ministro de Astuntos Exteriores, Miguel Angel Moratinos, no admitió públicamente que España conocía la decisión de Marruecos hasta un mes después de la llegada de Haidar a Arrecife. Este jueves en una comparecencia ante la Comisión de Asuntos Exteriores del Congreso, reconoció que su colega marroquí, Taieb Fassi Fihri, le avisó de la decisión del reino alauí de expulsar a la activista saharaui la noche del 13 de noviembre.

Durante estos días, el Ejecutivo de Zapatero planteó a la activista distintas posibilidades para desbloquear esta situación y, cuando se cumplía la segunda semana de huelga, envió a Lanzarote al director del gabinete de Moratinos, Agustín Santos, para que se hiciera cargo de las negociaciones. Entre las propuestas españolas se encontraba que solicitara ante las autoridades consulares marroquíes un nuevo pasaporte marroquí, que se acogiera al estatus de refugiada o asilada política u otorgarle la nacionalidad española. Todas ellas fueron rechazadas por Haidar, por no garantizar su regreso a El Aaiún.

Ante esta negativa, Exteriores intensificó los contactos diplomáticos internacionales con Argelia, el Frente Polisario, así como con organismos internacionales como la ONU, la UE y países como Estados Unidos, a través de la secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton. Precisamente, Clinton se entrevistó el pasado día 14 con Moratinos en Washington y ambos instaron a la activista saharaui a abandonar la huelga de hambre. Asimismo, se abordó la posibilidad de que ambos países trabajen para relanzar, junto con Francia, una nueva iniciativa de paz para el Sáhara. Moratinos también se entrevistó con el senador John Kerry, que llamó en mitad de la crisis al embajador marroquí en Washington, Aziz Mekouar.

Por la parte marroquí, las autoridades han defendido en todo momento la expulsión de Haidar por no reconocer su nacionalidad marroquí, así como que en el Sáhara se respetan los derechos humanos e, incluso, acusó a la activista saharaui de ser "una traidora a sueldo de Argelia y del Frente Polisario". El cónsul de Marruecos en Canarias, Abderrahman Leibek, propuso que se le proporcionara un nuevo pasaporte marroquí siempre que Haidar pidiera perdón al Rey Mohamed VI y reconociera su nacionalidad marroquí.

"SALVOCONDUCTO" Y REGRESO FRUSTRADO

El conflicto vivió su 'punto álgido' el pasado día 4, cuando se anunció que el Gobierno español había proporcionado un "salvoconducto" a Haidar --que finalmente se comprobó que sólo garantizaba su salida de España-- para que fuera trasladada en un avión medicalizado de la Agencia Española de Cooperación hasta El Aaiún, una información que se negó desde Marruecos, que prohibió tanto el sobrevuelo como el aterrizaje de la aeronave.

Durante todo este tiempo, tanto la activista saharaui como el Frente Polisario han acusado al Gobierno de actuar en connivencia con Rabat y Aminatu llegó a culpar a Marruecos y España de "empujarla hasta la muerte". Marruecos lanzó una seria advertencia al Gobierno de Zapatero el día 7 por medio de su ministro de Asuntos Exteriores, quien preguntó a España con qué Marruecos quería construir el futuro, si con el que coopera en materia de inmigración y para combatir la inseguridad o con el que "no quiere ni Magreb ni Europa".

Cuando se cumplía un mes de huelga, además, el PSOE y todos los grupos minoritarios del Congreso aprobaron un texto común sobre el 'caso Haidar' que incluyó elevar las gestiones diplomáticas ante Marruecos "al máximo nivel", completaba la mención al derecho de autodeterminación del pueblo saharaui con la inclusión de una cita al referéndum que se pactó en el marco de Naciones Unidas, y que ya no recogía la oferta del estatuto de asilo o refugio que el Gobierno propuso a la activista.

ALIMENTACIÓN FORZOSA

El deterioro en el estado de salud de Haidar abrió el debate sobre la posibilidad de la alimentación forzosa a la activista saharaui. "Continuaré mi huelga de hambre hasta que haya una solución" y "si muero, será el Gobierno español quien deberá asumir las consecuencias jurídicas y morales", advirtió Haidar, que renunció a cualquier tipo de asistencia médica. No obstante, la medianoche de su jornada 32 en huelga de hambre, Haidar ingresó voluntariamente en el Hospital General Doctor José Molina Orosa de Arrecife debido a las náuseas, vómitos e intensos dolores abdominales que sufría.

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