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Personalmente nunca me ha gustado utilizar la palabra maricón como insulto o descalificación

Publicado: 23/07/2021 ·
10:41
· Actualizado: 23/07/2021 · 10:41
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  • LGTBI. -

Personalmente nunca me ha gustado utilizar la palabra maricón como insulto o descalificación, aunque he que reconocer que esos son los usos más corrientes que se le da con independencia de la orientación sexual del insultado y – aunque en menos ocasiones – también se utiliza para insultar a una persona homosexual (espero que cada vez menos).

Según los indicios disponibles en el caso del joven asesinado la semana pasada en Galicia, la mencionada palabra formó parte de los insultos y golpes que le propinaron una caterva de gentuza ebria, por lo que la policía y la jueza no consideran sea claramente un delito de odio por homofobia. Eso no quiere decir que en nuestra sociedad no se den ese tipo de delitos y mucho menos que no haya gente homófoba.

Mucha gente de diferentes tendencias políticas ya han señalado que si se demuestra que el crimen ocurrido en Galicia no fue producto del odio, todos – y especialmente el colectivo LGTB – deberíamos alegrarnos, ya que quitar una vida siempre es un acto execrable que bajo ninguna circunstancia se puede entender y menos justificar sea cual sea la motivación, pero más aún si interviene el odio. A nadie le gusta vivir con miedo sin motivo.

Siempre conviene reflexionar antes de reaccionar a una noticia, pero ante lo que trascendió al principio sobre cómo mataron a Samuel parce comprensible que muchas personas pensasen que era un crimen homófobo, por lo cual y con independencia de si se está o no de acuerdo en manifestarse, hacerlo es una opción personal que debe respetarse.

Aunque en este caso no sé cómo pueden ser respetables unas manifestaciones “espontáneas” que esconden una clara intención de atacar las ideas políticas de otros ciudadanos. Ya saben por dónde voy. Ya me pareció indignante ver como trataban en redes sociales al padre del asesinado por decir que no polarizaran la muerte de su hijo (cuánta razón tenía), pero a eso ya nos tiene acostumbrados la turba ciega y politizada.

Lo que más me sorprendió llegó cuando tras difundirse los pormenores del homicidio y conocerse que no fue un acto de homofobia, muchas personas han continuado posicionadas en que se trata de un delito de odio, asegurando que es algo que ocurre mucho a nuestro alrededor y atacando con furia a todo el que lo niegue.

Parece como si ciertos sectores sociales y políticos estuvieran deseando que se produzcan delitos de odio, no sé si porque de lo contrario perderían una herramienta de control político o porque algunos dejarían de nutrirse económicamente de quienes pretenden ejercer ese control. No dejemos que todo lo que nuestra sociedad ha logrado en favor del respeto e igualdad para todas las tendencias sexuales sea negado con el fin de crear agitación política, acomodando los hechos con un calzador en un claro intento de manipular a la sociedad. Fuerza y salud.

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