Ha llegado el calor, cada uno tiene su manera de combatirlo, tomando café caliente o cerveza helada. A lo peor, ambas cosas nada tienen que ver con hidratarse, pero qué más da, una cosa es que haga frío y otra la sensación térmica. Algo así le pasa a Susana Díaz, una cosa es que haya perdido las primarias y otra que se vaya. Los suicidios políticos son cosa de partidos jóvenes como Ciudadanos o Podemos, ya están fuera de la arena Albert Rivera y Pablo Iglesias.
El verano también está hecho para jóvenes y niños. Jugar a la hora de la siesta sentados en el suelo o en las escaleras, bajando la voz para no perturbar la siesta de los adultos que se despiertan con muy mal humor. Había una buena señora que acostumbraba a ponernos el culo chorreando cuando jugábamos en su escalón a tan mala hora. No decía nada, sólo tiraba a traición el cubito de agua por debajo de la puerta, como le han hecho los alcaldes a Susana. Hay cosas que por mucho que pasen siempre nos cogen de sorpresa. Ahí que teníamos que ir tirando a cambiarnos después de algunos aspavientos, pero sin protestar porque nuestros padres ya nos lo habían advertido.
También habrían querido tirarnos agua o lo que sea aquellos que dormían con los balcones abiertos mientras pegábamos la hebra a las dos de la mañana que estábamos de vacaciones y teníamos diecisiete años y se estaba tan a gusto a la fresca. Igual que sentada en el Parlamento andaluz, dónde va a parar con volverse a ejercer la profesión de uno o de una en este caso, si la suya es la política.
Nosotros éramos más de playa que de piscina que para eso la teníamos a dos pasos, si te cogía el día de levante a comer arena si de poniente nublado a volver como un cangrejo porque como no veíamos el sol no deducíamos que nos estábamos quemando hasta que por la noche no sabíamos como ponernos en la cama porque toda postura dolía. Como duele haberse pasado tantos años cultivando el clientelismo para que te dejen fuera.
La coronación del verano la marcaba el herpes labial que hacía su aparición, año tras año, como las sardinas en las barbacoas, cómo olvidarlo, eso marca para siempre. Cómo pasar a la sombra, cuando Susana se había creído un sol del PSOE.