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Vejer

“Tengo que controlar mi creatividad. Mi mente siempre está en movimiento”

Ángeles Fernández, analiza la situación del sector coincidiendo con el día de la Mujer en la Feria de la Primavera de Vejer

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  • Ángeles Fernández y su hija al finalizar el desfile de su colección 'Sunset'.

Es viernes de Feria, Día de la Mujer, fiesta local. Un día habitualmente lleno de color y alegría. Una jornada de diversión para muchas vejeriegas y mujeres llegadas desde toda la provincia que hacen del traje de flamenca su bandera para disfrutar de este día.  Y el nombre de Ángeles Fernández se escribe con mayúscula en una cita tan esperada por muchas que escogían este día para lucir sus originales y siempre espectaculares diseños. Hoy este día, siempre marcado en rojo en el calendario, se vive con tristeza y con cierta resignación.

“Desde el 14 de marzo del año pasado la producción de moda flamenca está totalmente paralizada. Mi trabajo se ha reducido en un 99%”. Así de dura es la realidad que vive la diseñadora conileña afincada en Vejer. La suya y la de todos los compañeros de profesión de un sector que se ha visto gravemente dañado por la pandemia. “Al estar encuadrados en la sastrería y fabricación de ropa se nos declaró actividad esencial, quedando así fuera de todas las ayudas. Tampoco nos contemplan en las últimas aprobadas destinadas al flamenco. Somos un sector completamente olvidado”, explica Ángeles.

El año pasado fue especialmente duro. La colección Sunset presentada el 1 de febrero en Sevilla se quedó prácticamente en su totalidad en un perchero. “Ahí tengo colgada una inversión de más de 25.000€”. Este año no ha habido colección, aunque hace unos meses los organizadores de las pasarelas de moda flamenca trataron de movilizar a los diseñadores. “No estamos para hacer inversiones ni para hacernos ilusiones”, apunta Ángeles. “Yo tenía una fe enorme en que este año iba a poder trabajar, pero ya en octubre percibía que iba a ser imposible. Otra vez las ilusiones se fueron mermando y ahora no tengo claro ni que vayan a celebrarse ferias y romerías en 2022”.

La incertidumbre que afecta a numerosos sectores productivos es aún mayor para éste, que desfallece sin ferias ni grandes eventos. “Va a ser muy difícil recuperarnos. Cuando volvamos a trabajar será con pies de plomo y muy poco a poco. Es pronto para pensar en volver a la pasarela”, explica Ángeles, una diseñadora que tras trece años trabajando había conseguido hacerse un nombre, tener un hueco en este mundo y una cartera de clientas. “Había construido con mucho esfuerzo un castillo de naipes que en un soplo se vino abajo aquel 14 de marzo”. En los últimos años hacía en torno a 70 vestidos de flamenca a medida, unos 30 para la feria vejeriega, y en febrero de 2020 ya tenía cerrada la agenda de eventos prácticamente para todo el año.

“Ahora tengo la creatividad contenida, porque a mí me sale a borbotones, de forma espontánea. Mi mente siempre está en movimiento. A veces elaboro bocetos, hago ilustraciones, para dar rienda suelta a todas esas ideas que pugnan por salir. Tengo muchísimas ganas de volver a trabajar”, asegura, aunque apunta que este parón también le ha servido para tomar conciencia de su realidad familiar, física y personal. “He aprendido a quererme a mí misma, a dedicarme tiempo, a cuidarme y mirar por mi salud, a compartir tiempo de calidad con mis hijos y mi familia. Antes iba en un Fórmula 1 y ahora voy andando”, explica.

Ojalá muy pronto los lunares, los volantes y los tejidos siempre especiales de Ángeles Fernández puedan volver a brillar con luz propia.

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