"La banca acreedora, liderada por el Banco Santander, y los fondos buitre han ido desangrando a Abengoa", así de claro lo tienen los accionistas minoritarios agrupados en la plataforma Abengoashares, que tenían todo de cara para dirigir la compañía si se hubiera celebrado la junta general extraordinaria que, finalmente, la justicia suspendió justo una semana antes por la solicitud del concurso voluntario de acreedores del actual del consejo de administración al que precisamente pensaban destituir.
La plataforma acusa a la entidad que preside Ana Botín de establecer unas condiciones con "comisiones desmesuradas" e "intereses usureros" a la compañía para afrontar el pago de su deuda.
Esta situación ha ido debilitando a la multinacional andaluza hasta llevarle a la situación insostenible en la que se encuentra en la actualidad. "Son ya unos 3.000 millones de euros los que la compañía ha tenido que pagar desde 2016 como gastos financieros", argumentan desde Abengoashares.
Intereses desorbitados
La plataforma acusa al Banco Santander y a los fondos buitre de aprovecharse de "la delicada situación financiera que atravesaba Abengoa" para imponer "unas condiciones totalmente leoninas en los planes de reestructuración de 2017 y 2019".
Así, esgrimen los afectados, estos acreedores forzaron a la compañía a incluir cantidades en comisiones e intereses totalmente desproporcionados como, por ejemplo, los 138 millones en concepto de “gastos de reestructuración” en las operaciones de 2017 y 2019, con un interés de hasta el 18%.
Venta de activos
Los accionistas minoritarios, cuya agrupación ya posee una mayoría de los títulos, va más allá y acusa a la entidad de Botín de impulsar ventas de activos valiosos para engordar su cuenta de resultados.
Así, la participación de Abengoa en la empresa Atlantica Yield, que vendió a la compañía canadiense Algonquin Power & Utilities Corp por 870 millones de euros, "fueron a parar en su totalidad a manos de la banca acreedora, dejándose por el camino más de 20 millones de euros en concepto de comisiones de intermediación".
La plataforma añade: "Ni la banca acreedora ni el propio consejo de administración se preocuparon en ese momento de destinar parte de los ingresos obtenidos para que Abengoa pudiese disponer de un fondo de maniobra para poder conseguir más adjudicaciones de obra. A día de hoy, Atlantica Yield ya vale el doble de su precio de venta. Otro ejemplo de este expolio es la venta de las plantas de bioetanol en España y Francia por 140 millones en marzo abril de 2017. Este mismo negocio se ha vendido posteriormente por la empresa que lo compró a un fondo de Deutsche Bank por unos 400 millones en octubre de 2020, triplicando su beneficio en tan solo tres años".
Abengoashares acusa también a los acreedores de urdir "un entramado de sociedades intermedias con sede en el paraíso fiscal de Luxemburgo, para facilitar y ocultar todos estos movimientos en los planes de reestructuración".
Futuro
La agrupación liderada por ex presidente de Amper, Clemente Fernández, avisa de que faltan pocas semanas para que "se conozca la resolución de la Cámara de Comercio de Estocolmo, en la cual Abengoa podría recibir hasta 1.200 millones de euros como reclama, salvo que la banca acreedora y los fondos buitre ya tengan planeado apoderarse de esa cantidad para seguir desangrando a la compañía mediante algún plan todavía no dado a conocer".
