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Provincia de Cádiz

La guerra entre Vox y PP se siente ya en la provincia 2 años después de la foto de Colón

Los de Abascal renuncian al entendimiento y los populares denuncian que “van a por nosotros”. Ha habido escaramuzas en plenos pero la pelea está en las redes

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  • Santiago Abascal (i) y Pablo Casado, en imagen de archivo, antes del Covid y cuando aún no se habían roto sus relaciones. -

La moción de censura de Vox contra Pedro Sánchez a finales del pasado mes de octubre precipitó la ruptura del PP con la formación de Santiago Abascal. Pablo Casado pronunció un duro discurso en el Congreso de los Diputados que puso fin a dos años de relación tormentosa en la que, titubeantes, ambas formaciones acercaban posiciones y se alejaban de acuerdo a sus inciertos cálculos electorales. “Ha pateado de manera inmisericorde a su único socio legal, con quien ha podido mantenerse en tres gobiernos”, declaró un desconcertado Abascal al término del debate.

En Andalucía, una de esas tres comunidades donde el apoyo de Vox es clave, hubo tregua durante algunas semanas más, hasta que los votos de la formación de ultra derecha desbloquearon los presupuestos para 2021 sin que, por otra parte, los de Alejandro Hernández rentabilizaran apenas el pacto por las cuentas.

A partir de ahí y después de que el Centro de Estudios Andaluces (Centra) publicara que el partido se situaría como tercera fuerza política en la región, por encima de Ciudadanos, el tercero en discordia en el bloque de la derecha y en el poder actualmente, la consigna en Vox es que se acabó ser bueno con el PP.

“Se nota que van a por nosotros”, apuntan fuentes populares cuando se cumplen dos años de la foto de Colón. En la provincia, los portavoces municipales en San Fernando, Carlos Zambrano y José Loaiza, han protagonizado alguna escaramuza recientemente. El dirigente popular reprochó a Vox situarse del lado del PSOE por votar en contra de la subida de la factura de la luz en el Pleno municipal y Zambrano respondió en un tono desabrido calificando al PP de demagogo y cobarde.

La guerra, no obstante, se desarrolla fundamentalmente en redes sociales, donde Vox ha dispuesto hasta ahora de una aguerrida infantería capaz de cubrir las graves carencias en cuanto a implantación territorial, su exigua presencia en las corporaciones locales y la inexistencia de una estrategia política para la provincia y los municipios.

Vox solo obtuvo representación en los ayuntamientos de seis localidades en las elecciones de 2019: Algeciras (2), Chiclana (1), El Puerto (2), Rota (1), San Fernando (2) y Sanlúcar (1). A raíz del congreso provincial, los concejales de Chiclana y Sanlúcar rompieron con el partido. En Algeciras, con anterioridad, uno de los dos ediles fue expulsado. Ninguno de los tres devolvió el acta.

Respecto al sentido del voto y el ejercicio de la oposición, han actuado de manera errática. El edil sanluqueño se estrenó apoyando la delegación de competencias a la Junta de Gobierno, en detrimento del Pleno, al inicio del mandato. La concejala chiclanera se abstuvo para la aprobación del presupuesto. Y, en La Isla, Zambrano sirvió al PSOE para sacar adelante la prórroga del contrato del agua en favor de Hidralia durante cuatro años pese a que PP, Ciudadanos, Adelante Andalucía y Andalucía Por Sí se opusieron porque conllevaba una subida del coste del suministro del 16%.

Las direcciones provinciales no han mantenido contactos ni tampoco existen relaciones fluidas en el ámbito municipal, más allá de afinidades personales en Jerez, hasta que José Ortells, máximo dirigente en Cádiz, descabezó la organización tras el congreso en el que se impuso, o Rota, donde Vox ha asumido un papel subalterno y muestra predisposición al pacto como algo natural.

El Puerto, por su parte, es la excepción. Aunque la sintonía entre Germán Beardo y Leocadia Benavente, ex militante del PP, es regular, la colaboración entre las formaciones ha resultado fructífera, se ha desarrollado con respeto y sin caer en ninguno de los dos extremos: ni hay ecos de la guerra abierta en otros niveles ni tampoco muestras públicas de entendimiento.

Las elecciones catalana, en la que Vox y PP rivalizan directamente, ha tensado el debate en todos los órdenes. Los de Santiago Abascal perfilan actualmente la hoja de ruta que seguirán en los próximos meses en Andalucía y cada una de las provincias. Lo único claro en este sentido es que la consigna dada de hacer ostensibles las diferencias con los populares seguirá rigiendo la estrategia política.

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