El sector de la peluquería y estética volverá a manifestarse el próximo 20 de enero. Tres meses después de la concentración que reunió a más de 300 profesionales en Cádiz, los organizadores de las nuevas acciones reivindicativas para que el Gobierno rebaje el IVA de sus servicios al 10% en lugar del actual 21% triplican ya apoyos y celebrarán de manera simultánea concentraciones en la capital, Jerez y Algeciras, en la provincia, y en otras 75 localidades en el resto de España.
Maribel Perujo, con establecimiento en La Línea y coordinadora en el Campo de Gibraltar de un movimiento que se inició en junio pasado con un grupo de Whatsapp con una docena de participantes a nivel nacional, uno de ellos gaditano, advierte de que “esto no es una pataleta, vamos en serio”. Ysabel González, propietaria de Sherry Look, en Jerez, asegura, por su parte, que ha confirmado en apenas unos días a 200 compañeros de la ciudad, Costa Noroeste y Sierra, dispuestos a defender sus derechos en la céntrica Plaza del Arenal.
“La situación es insoportable”, apunta Daniel Orego, cuyos vídeos en Facebook denunciando la situación crítica del sector suman hasta 70.000 reproducciones. Orego recuerda que el Gobierno de Mariano Rajoy arrebató el IVA reducido en 2012 “de manera temporal” para paliar la crisis económica. “La mayoría decidimos asumir la subida de trece puntos y no repercutir en el cliente porque eso habría provocado que muchos dejaran de venir”, relata. “Cortarse el pelo, peinarse, la higiene personal no puede ser un artículo de lujo”, agrega. Pero aquello provocó el cierre de miles de salones en el conjunto nacional y comenzaron las movilizaciones. El sector halló en el PSOE a un aliado. En noviembre de 2017, los socialistas presentaron una PNL en defensa del gremio para la rebaja del impuesto que contó con el apoyo de Unidas Podemos. Hoy ambos partidos, en gobierno de coalición, se niegan a cumplir con su compromiso. “Argumentan que en Europa es más alto”, explica Orego, quien lamenta que “fuimos usados como arma arrojadiza y ahora somos usados para recaudar”. El 1 de diciembre, en pleno debate presupuestarios, el BNG presentó una enmienda a las cuentas de 2021 pidiendo que se devolviera el IVA del 10% y las formaciones de Pedro Sánchez y Pablo Iglesias volvieron a votar no.
Tocados desde hace ocho años, las decisiones erráticas a raíz de la pandemia por parte del Gobierno y la Junta, que declararon esenciales los servicios de peluquería y estética pero impusieron restricciones de movilidad, primero, y horarias, después, que redujeron la clientela. A lo que hay que sumar “el miedo a salir y la suspensión de todo tipo de eventos”. Ni comuniones, ni bautizos ni bodas. Este diciembre ha pasado en blanco sin comidas de empresa y con las celebraciones de Nochebuena y fin de año en la más estricta intimidad familiar. La facturación se ha desplomado un 50%. En España, se calcula que 27.000 negocios de los que existen cerrarán, con la consecuente pérdida de 75.000 puestos de trabajo, en su gran mayoría jóvenes y mujeres. “No vamos a parar hasta que nos escuchen”, añade Orego, satisfecho por el apoyo de Autónomos Unidos, la Plataforma de Peluqueros Unidos de España o Creer en nosotros, pero muy especialmente de sus clientes.
