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Granada

La familia del agente asesinado en Granada espera una condena que haga justicia

La viuda del agente ha explicado que más de dos años después del asesinato de su marido necesita "tranquilidad y justicia"

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  • Imagen del funeral. -

La familia del agente de la Guardia Civil José Manuel Arcos, asesinado en octubre de 2018 en acto de servicio, ha confiado en que el juicio con jurado popular que arranca este lunes termine con una sentencia condenatoria para el acusado como única vía para alcanzar justicia.

La viuda del agente, Raquel Pérez, ha explicado en declaraciones a los medios que más de dos años después del asesinato de su marido necesita "tranquilidad y justicia, porque han sido dos años muy largos que pesan mucho".



Pérez ha hecho estas declaraciones antes de que comience el juicio con jurado popular que se celebra en la Audiencia de Granada contra el acusado de matar a su marido, un conocido delincuente que se enfrenta a una petición de condena de hasta 42 años y medio.

"Queremos que se haga justicia, no queremos más, solo justicia por esa persona que ya no está aquí", ha resumido la viuda del agente, que ha confiado en una sentencia condenatoria que no servirá para devolverle la vida a su marido pero sí calmará el dolor.

"Nosotros ya no lo tenemos en mi casa, mis hijos no tienen a su padre, a mi no me lo van a devolver, pero él si sigue vivo aunque la condena sea la condena, aunque esté en la cárcel va a seguir vivo", ha subrayado Pérez.

El letrado de la acusación particular, Javier López García de la Serrana, también ha confiado en una sentencia condenatoria pese a que esperan que el acusado, Antonio M.G. mantenga su inocencia.

La Fiscalía pide para el procesado, que permanece en prisión provisional, una pena de 23 años de cárcel por matar al agente, al que disparó con su arma reglamentaria.

Los hechos que se juzgan desde este lunes se remontan a la madrugada del 15 de octubre de 2018 cuando la víctima prestaba servicio junto a una compañera del puesto de La Zubia.

Los dos estaban de servicio, con sus armas reglamentarias, uniformados y a bordo del vehículo oficial ubicado en una rotonda de Huétor Vega por la que, sobre las 4.00 de la madrugada, pasó el acusado, que se enfrenta a los cargos de homicidio, robo, dos de tenencia ilícita de armas, un hurto y un delito leve de daños.

El acusado circulaba en un coche robado, realizó una maniobra sospechosa, probablemente porque "portaba un arma" según recoge la Fiscalía en su escrito de acusación, lo que provocó que los dos agentes decidieran seguirle y activar las luces policiales.

La persecución se extendió hasta que Juan Antonio chocó contra un coche y siguió su huida a pie, y tras él los dos agentes, que efectuaron dos disparos al aire, hasta que la compañera de la víctima cayó al suelo y el guardia civil y su agresor forcejearon en una zona ajardinada.

Según la Fiscalía, el acusado cogió entonces el arma del agente, le disparó entre el abdomen y la ingle y le provocó lesiones por las que murió poco después.

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