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Sanlúcar

"En unos años el Ayuntamiento estará saneado, estoy satisfecha"

Entrevista a Inmaculada Muñoz, ex delegada de Economía y Hacienda

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  • Víctor Mora, alcalde la ciudad, e Inma Muñoz, ex delegada de Economía y Hacienda -
  • Anécdota: “Ha habido momentos muy duros, cuando nos asfixiaban las deudas. Recuerdo salir llorando de una reunión con Irene en la Junta”
  • Compromiso: “Voy a seguir como militante y apoyando al alcalde y a mis compañeros pero ahora como espectadora, no sufriendo tanto”
  • Gestión: “En unos años conseguiremos saldar los 21 millones de euros y tener un Ayuntamiento como nunca se ha conocido en la ciudad”

Inmaculada Muñoz cierra 13 años de vida política habiendo conseguido reducir la deuda municipal en 87 millones de euros. De su entrada en el Gobierno municipal en 2007 de la mano de Irene García, a la última victoria electoral en 2018 de Víctor Mora, con quien además de compartir vida en común ha estado ligada a su proyecto político, ve más luces de sombras  aunque ha tomado la decisión de volver a su puesto de trabajo, en una entidad bancaria, y retomar también su vida familiar y su parcela de privacidad.

La decisión de su marcha nos sorprendía hace unos días, a mitad de legislatura y con la actual situación que estamos viviendo ¿Por qué ahora?

 —Esta decisión la tenía ya tomada hace bastante tiempo porque uno no se va de los sitios de un día para otro.  Además, hace ya varias legislaturas que yo pensaba en irme, que yo pensaba incorporarme a mi vida laboral. No ha podido ser antes porque yo he querido apoyar al alcalde, a mis compañeros para volver a ganar las elecciones  y así ha sido. Tenemos ahora un gobierno estable. En la anterior legislatura era mucho más complicado poder marcharme, porque no teníamos mayoría y había mucho que negociar con la oposición. Además de la estabilidad de ahora, se ha incorporado  personas que han reforzado el Gobierno y que pueden hacer un papel bastante importante en Hacienda. Por lo tanto, era el momento y hay personas que me pueden sustituir. Después de 13 años creo que tengo derecho a recuperar mi carrera profesional y mi vida personal.

Eso precisamente es lo que llama la atención, que salga pudiendo mantener su puesto al menos dos años más y mantener su excedencia más tiempo.

—Creo que ha sorprendido pero es muy sencillo. Las cosas son a veces más sencillas. Yo vine para cumplir un proyecto y creo que lo he cumplido con creces. Es lo mejor para nuestra familia y nuestro futuro. Una ya va cumpliendo años y creo que era lo mejor, incorporarme ahora  a la vida profesional cuando todavía soy joven que hacerlo más tarde cuando uno se acerca a una etapa ya no tan fructífera profesionalmente. Estando aquí he perdido oportunidades en mi vida - también las he ganado - y por eso es el momento. Quizás la gente se sorprende porque estamos acostumbrados a que la gente utilice el Ayuntamiento para dar el salto, el trampolín a otro sitio, y yo me he ofrecido a mi ciudad, a mi pueblo, y cuando yo he creído que he hecho lo suficiente, he decidido retomar mi vida. Hay que tener en cuenta que esta carga, para mi familia, ha sido doble. Cuando tu cuentas esto, la gente que te quiere se alegra, porque saben que aquí se pasa mal, y que por fin, por lo menos, uno de los dos, puede recuperar su vida.

¿Recuerdas la primera vez que hablaste en público, el día de la toma de posesión?

—Creo que reí y lloré a la vez de lo nerviosa que estaba. Vine llorando y me voy llorando...

¿Ha llorado mucho?

—Aquí se tienen muchas emociones. Esto estaba muy mal, para qué nos vamos a engañar. Llegamos un grupo muy joven de gente, inconscientes, porque si hubiéramos sabido lo que había pues, evidentemente... hay que ser muy valiente y muy joven para hacer las cosas que hicimos. Le echamos  muchísimo valor. Fue un grupo, con Irene (García) a la cabeza, Fernando (Verdún), Mila (Gordillo), María José Valencia... no me quiero olvidar de ninguno, Víctor y Yo, y  la gente que se fue incorporando como Mónica (González Pecci). Le echamos muchísimo valor para sacar esto adelante. De esos frutos pudimos ir ganando elecciones, primero con Irene y después con Víctor.

Te has referido a la familia, a esa parte que ahora vas a poder recuperar en el terreno más personal. ¿Cómo ha sido estar trabajando y conviviendo con el alcalde?

—Bueno...ha sido complicado porque los problemas los arrastras y, a veces, no sabes cuáles son los límites de la casa y el trabajo. Es un trabajo que tiene su parte de horario y otra que no. Aunque la gente no quiera molestarte, te ve por la calle, haciendo la compra y ese “te voy a hacer una preguntita” hace que no desconectes, nunca pares de trabajar realmente. Ni un café, ni la compra... Y luego estás en casa y estás pensando en los problemas, te acuestas pensando cómo vamos a solucionar esto o aquello, pendiente siempre al teléfono. Ha sido muy intenso y con poca desconexión. Llega ya un momento que dices, me pones un problema más y me explota la cabeza.

Estos meses de la pandemia ,¿han sido más duros por el hecho de haber estado en casa, ¿ha sido el detonante?

—No, el detonante no ha sido porque como te he dicho, yo hacía tiempo que quería retomar mi vida. Pero sí que la pandemia nos ha afectado a todo el mundo y lo que ha hecho ha sido poner en valor las cosas importantes. Y lo más importante son tu familia, tus amigos... aunque también resolver los problemas de tus vecinos. Pero sí he tenido esa reflexión de decir, si mañana alguien de mi familia se contagia y lo pierdo...el tiempo que no le he dedicado, ¿qué? He tenido más tiempo en casa, con tu gente más cercana, y te hace ver que la vida es corta y prefieres ser feliz con tu gente y cambiar de vida. Ya son muchos años y quiero vivir mi vida, salir a la calle como una persona normal, hablar de otros temas con la gente, no sólamente del Ayuntamiento... uno ya lo necesita después de tantos años.

¿Qué ha sido lo más duro de esta etapa política?

—Lo más duro fue cuando llegamos, ha habido muchas situaciones. A mi no se me olvida un día, con Irene García, que fuimos a la Junta de Andalucía porque estábamos las dos con los juzgados acribillándonos, no teníamos dinero para pagar, y no se me olvida que bajamos en el ascensor llorando. Al final nos ayudaron y pudimos pagar un montón de sentencias y los jueces nos dejaron tranquilas pero fue muy complicado. Llegó un momento en el que, o nos ayudaban y nos daban financiación, o el Gobierno entero se iba porque los jueces te obligaban a pagar, no teníamos dinero, y nos iban a inhabilitar a todos. Y recuerdo ese momento de las dos llorando... muy duro. También ha habido cosas muy satisfactorias. De hecho, desde que dije la noticia me ha llamado una gran cantidad de gente agradeciéndome el trabajo - pausa, emocionada - y piensa una que a lo mejor no lo ha hecho tan mal...

La sensación que se traslada, que se aprecia, es que la política es ingrata, que es una profesión poco agradecida...

—Sí es verdad. El alcalde decía el otro día, y todos le dimos la razón, de que la satisfacción te dura segundos. Porque por ejemplo, vas a un colegio y le dices, “mira, te he pintado esto, qué bien”... y te dicen, “sí, está muy bien, pero ¿has visto que el muro está mal?”  Piensas, han sido diez segundos de satisfacción...Has hecho una cosa bien pero mañana hay que hacer muchas más. Y es ingrato en el sentido de que nadie te va a reconocer nada, sólo cuando te vas o cuando te mueres... pero mientras estás, todo lo que te llega es malo y vives en un ambiente de tensión y te genera una sensación de que eres un inútil... sólo son problemas. Nadie te traslada qué bien has hecho algo. Y tienes una sensación continua de que lo estás haciendo todo mal. Cada día te tienes que levantar recordándote cual es tu camino y lo que tienes que hacer y abstraerte de las críticas porque si no, no hay capacidad humana de afrontar esto. No quiero desilusionar a la gente que llega, tiene mucho bueno, de aprender, estar en los sitios, poder cambiarlo todo, porque tu eres el responsable, porque cuando hay algo bueno también estás dentro. Haber podido cambiar tantas cosas, haber hecho una obra porque el dinero lo busqué yo... eso es muy bonito, pero también está lo malo.

¿Cuál es el mejor recuerdo que te llevas de estos trece años?

—Ha habido muchos días especiales, pero si tengo que quedarme con uno, cuando ganamos las primeras elecciones fue muy emocionante, un día muy bonito. Cuando Víctor ganó sus primeras elecciones, porque también me toca personalmente y fue una cosa muy bonita. respecto a la gestión, cuando hemos terminado de pagar deudas millonarias, como mancomunidad, que han sido más de 17 millones, cuando hemos cerrado acuerdos con Seguridad Social, cuando he aprobado algún presupuesto... ha habido muchos temas que me han dado felicidad.  

En el balance de su gestión, han destacado la reducción de la deuda municipal, esa losa que pesaba tanto. Te vas con 87 millones menos de remanente, que se dice pronto. ¿Se te queda alguna espinita clavada que te hubiera gustado solucionar?

—Bueno...los 21 millones que quedan se van a resolver en los próximos años. De hecho, las medidas anunciadas por la ministra Montero, si definitivamente se convalida por el Congreso ese Real Decreto, creo que vamos a tener muy prontito el remanente en positivo. Me hubiera gustado verlo ya hecho pero se que en muy poco tiempo va a ser así, el camino ya está tomado, las medidas están tomadas y yo creo que esto va a seguir funcionando muy bien si se siguen tomando las medidas políticas de gastos e ingresos, el Ayuntamiento de Sanlúcar en unos años va a ser otro. Probablemente no hayamos conocido nunca una situación como esta en el Ayuntamiento, porque ya le va a poder devolver a la gerencia  de Urbanismo para poder hacer obras, todo lo que se debía se acabará pagando y será un Ayuntamiento normal, con remanente positivo... Ya lo hemos conseguido y las medidas están tomadas. Yo creo que el alcalde y la persona que se haga cargo, antes de que acabe la legislatura, lo finalizará , y yo me siento satisfecha.

No se ha anunciado aún quién va a ser su sustituto al frente del área de Hacienda. ¿Se conoce ya? ¿Qué encargo le ha dejado

—El alcalde lo anunciará en unos días. Le estoy haciendo muchísimos encargos, porque son muchos años, conoces a los funcionarios, y puedes decirle, con esto ten cuidado, con aquello  ve por allí... le he marcado los tiempos de ordenanzas, presupuestos... pero me va a tener para lo que haga falta. Me puedo desvincular, en parte... De todas formas, se mantiene activa en su militancia en el PSOE... —Si, yo sigo de militante y voy a continuar apoyando a los compañeros  en todas las campañas para que estén los que tienen que estar.

Has dicho en varias ocasiones “recuperar mi vida normal”. Con un niño que ha nacido en este entorno de sus padres dedicados a la política, tu marido como alcalde...¿cómo va a ser esa vida?

—Tengo muchas ganas de comenzar una nueva vida, de seguir mi camino, de ir con mi hijo por la calle y que nadie me diga tengo una preguntita... No voy a dejar la política, porque voy a seguir acompañando y apoyando al alcalde, a mi marido, acudiendo a actos, pero creo que ya como espectadora, no sufriendo tanto por la parte que me toca...y eso va a ser bueno par ami salud.

Pues por la parte que me toca a mi, al frente de este periódico, gracias por estar siempre disponible.

—Gracias también al periódico y a vosotros por todo.

Nota: David Salazar le suple como delegado de Economía y Hacienda.

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