El Málaga, en plena lucha por separarse de los puestos de descenso, de los que está actualmente con tres puntos de ventaja, afronta el jueves en Vallecas ante el Rayo el partido de la trigésima séptima jornada de LaLiga SmartBank, al que llegará muy mercado por las ocho bajas que tiene entre lesionados y sancionados.
El centrocampista Adrián González, que fue expulsado con roja directa en el partido de la pasada jornada frente al Girona (2-0) por "producirse de manera violenta con otro jugador", según el Comité de competición, se perderá el encuentro.
Tampoco el delantero albanés Armando Sadiku podrá acudir a Vallecas al ver ante el Girona la quinta amarilla y ser sancionado con un partido por acumulación de amonestaciones.
Estos dos sancionados se unen a una larga lista de lesionados, como el defensa Luis Hernández, con una tendinopatía del psoas ilíaco en la pierna derecha; o el centrocampista Aarón Ñíguez, que padece un esguince del ligamento lateral interno de la rodilla derecha, según los informes médicos facilitados por el club.
Además, los centrocampistas Luis Muñoz, con una rotura fibrilar de grado uno en el bíceps femoral de la pierna izquierda; Dani Pacheco, con una talalgia; y los marroquíes Bard Boulahroud, con lesión en el aductor izquierdo, e Hicham Boussefiane, con una lesión en el isquiotibial izquierdo, también son bajas para el partido del jueves en el campo del Rayo.
De estas ocho bajas, seis son jugadores con ficha profesional, por lo que al entrenador del equipo, Sergio Pellicer, le quedan solo doce futbolistas de la primera plantilla.
El técnico, tras la sesión preparatoria del miércoles, tendrá que incluir a varios canteranos para completar la convocatoria para el viaje de por la tarde a Madrid.