Cuando el pasado jueves por la tarde la Junta anunciaba el plazo de 24 horas para entregar la solicitud para vigilantes en las playas, Rosario Romero, al igual que muchos gaditanos, presentó la suya. “Lo mandé todo en cuanto lo vi; yo sabía que no podía entrar gente con asma ni problemas respiratorios, pero como yo no tengo nada lo presenté”. Este mismo lunes la llamaron para preguntarle si seguía interesada. “Habían pasado sólo dos días desde que presenté la solicitud, obviamente seguía interesada”. Entonces comenzó la ronda de preguntas: ¿es asmática?; ¿tiene alguna enfermedad?; ¿ha solicitado para todas las localidades?; ¿habéis pasado el coronavirus en casa?
Cuando le repliqué me dijo que es que podría ser asintomática, a lo que insistí en que había dado negativo hacía dos semanas y que no tenía problema en volver a hacerme la prueba para demostrarlo"Entonces Rosario contó que sí, que habían pasado el Covid. ”Mi madre ingresó el 15 de marzo y hasta el 20 no le hicieron la prueba. Falleció tres días después. Tanto a mi padre como a mí nos mandaron a casa porque mi madre había dado positivo y probablemente nosotros podíamos tenerlo. Efectivamente empezamos con tos y fiebre los dos, por lo que tuvimos que aislarnos en casa en dos habitaciones hasta que pasamos todos los síntomas. Estuvimos llamando a epidemiología para hacernos las pruebas, pero a mí por no ser de alto riesgo no me la hicieron; a mi padre se la hicieron a los 21 días y dio positivo. Más adelante volvieron a hacérsela y dio negativo. Como a mí no me la realizaron no estaba reflejado en ninguna parte”.
No obstante, el pasado 28 de mayo tenía prevista una intervención en el hospital. Concretamente para un cateterismo. Es entonces cuando le realizan la prueba y da negativo.
Cuando Rosario mencionó su reciente intervención quirúrgica y su negativo en coronavirus todo se tuerce. “En ese momento ella dijo que tenía que consultarlo y que volvería a llamarme. Lo hizo en cuestión de segundos diciéndome que no podía optar al puesto por mis problemas de hígado; eso me dejó fría, porque yo no tengo ningún problema de hígado. Cuando le repliqué me dijo que es que podría ser asintomática, a lo que insistí en que había dado negativo hacía dos semanas y que no tenía problema en volver a hacerme la prueba para demostrarlo, que la pagaba yo si era necesario”.
Sin embargo, al otro lado del teléfono se encontró con una respuesta “fría” y con un “constante ‘no’ a todo lo que le decía”. Algo que también sorprendió a Rosario fue “la rapidez con la que me volvió a llamar para decirme que no, ya que fue inmediato, no podía haberle dado tiempo de consultarlo con nadie”.
Esta gaditana tiene familiares y conocidos a los que también han llamado y a los que no les han puesto ninguna traba, “de hecho los están llamando para entregar el resto de papeles”. “Todos lo solicitamos a la vez, porque cuando me enteré del plazo de 24 horas avisé a primos y amigos para que pudieran presentarse también”, nos cuenta.
Habitualmente, y de manera intermitente, Rosario suele trabajar como operaria municipal de jardines. La última vez fue en Carnaval, antes de que se paralizara todo con el estado de alarma. Ahora mismo se encuentra sin trabajo, cobrando la ayuda familiar ya que tiene dos hijos. “A mí nunca me ha impedido desarrollar ningún puesto de trabajo la pequeña cardiopatía que tenía; ahora después del cateterismo está corregida y los médicos no me han dicho que tenga ninguna imposibilidad para nada”.
Rosario no sabe por qué le han dicho que no, “si es por haber pasado el coronavirus o porque me han hecho un cateterismo”. Pero está convencida de que hay “algo raro” en los criterios de contratación. No sólo se ha quedado sin el puesto de trabajo que demandaba, sino que además le queda la incertidumbre. “No me parece justo, ni siquiera me han dado una respuesta”.