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Sevilla

Marín con Semana Santa y Covid-19: las competencias están repartidas

El vicepresidente de la Junta ha apuntado que si hay que decidir que los pasos no salgan a la calle "habrá que hacerlo" y "todos tienen que ser responsables"

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  • Juan Marín. -

El vicepresidente de la Junta, Juan Marín (Cs), ha indicado este jueves que si hay que decidir que los pasos de Semana Santa no salgan a la calle por la crisis del coronavirus "habrá que hacerlo", pero ha subrayado que las competencias en esta materia están repartidas y "todos tienen que ser responsables".

Marín, que ha recordado que aún se está "a tres semanas vista" del comienzo de este acontecimiento, ha detallado que las salidas de las cofradías a la calle están autorizadas por las autoridades eclesiásticas, por los consejos locales de hermandades y por los ayuntamientos, que "son los que dan las licencias para la ocupación de la vía pública".

"Hay competencias que todo el mundo tendrá que ir asumiendo", ha dicho el vicepresidente en una entrevista en Canal Sur Radio, en la que ha recordado que Andalucía se encuentra en un nivel 1 de emergencia ante el coronavirus y que hasta el momento se han tomado "decisiones preventivas".

Si llegara el caso, ha precisado, de que la alerta aumentara hasta alcanzar un nivel 3, sería el Gobierno de España el que tendría que dar la instrucción de suspender todas las actividades en la calle, como está ocurriendo en el caso de Italia, algo que ya no estaría en manos de la Junta.

Ha insistido en que, si llegado el momento hay que tomar este tipo de decisiones, se hará "con calma, sensatez y argumentos", para "no perder el control sobre lo que está sucediendo".

"Si hay que suspender la salida de cofradías y hermandades habrá que hacerlo", ha sostenido el vicepresidente andaluz, que se ha mostrado seguro de que "nadie va a poder discutir que se tomen decisiones dirigidas a preservar la salud de los ciudadanos y a evitar muertes".

Marín ha recordado que la tasa de contagios en Andalucía, de 1,06 por cada cien mil habitantes, lleva a que las personas puedan hacer una vida prácticamente normal", por lo que ha apostado por "no matar moscas a cañonazos" y "mantener la proporcionalidad a la hora de tomar decisiones para no ser irresponsables".

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