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‘Mantúa’ logra la segunda estrella Michelín para Jerez en un año

El chef jerezano Israel Ramos cumple su sueño sólo dos años después de abrir su restaurante en la Plaza Aladro

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Nueve de la noche. Una explosión de euforia se apodera del salón del restaurante ‘Mantúa’ de la Plaza Aladro del chef jerezano Israel Ramos, tras conocerse que conseguía su primera estrella Michelín. Es la segunda para Jerez en tan sólo un año, después de que sus ‘vecinos’ casi de puerta de ‘Lú, Cocina y Alma’, capitaneados por Juanlu Fernández, estrenasen el selecto firmamento gastronómico. Ahora la ciudad natal de ambos brilla más que nunca en los prestigiosos de la alta cocina del país. Las botellas de cava estaban descorchadas desde media hora antes de que se desvelara el secreto mejor guardado del día, pero aunque Ramos hubiera sido invitado a la gala, nadie quería adelantarse y los brindis buscaban que la Madre Fortuna no se fuera de las paredes del local número 7 que en septiembre de 2017 abría sus puertas en pleno centro.

Llegaba el gran momento: “Jerez de la Frontera (Cádiz). Mantúa” aparecía en la gran pantalla. Por fin era oficial. Llegaban también los saltos de alegría de su jefe de sala y sumiller, Johathan Cantero, y el segundo chef Roberto Díaz, que se fundían en un abrazo en el aire entre los gritos de las plantillas de ‘Mantúa’ y ‘Albalá’, en Divina Pastora, que regenta Ramos desde casi nueve años. Antonio Sánchez, jefe de sala de ‘Albalá’ y con quien Ramos “empezó todo” también lo celebraba. “A por ellos, oeeee, a por ellos oeee” gritaban pletóricos mientras Carmen, su madre, no podía reprimir las lágrimas. Eran de felicidad pero había cierto sabor agridulce. Ella, al igual que su hijo cuando subía al escenario del Teatro Lope de Vega de Sevilla que acogía la gala de la Guía Michelin 2020 a recoger el galardón,  miraba al cielo y lanzaba un beso. “En los últimos cuatro meses he perdido a mis padres (los abuelos de Israel) y a una hermana con Síndrome de Down a la que mi hijo quería mucho y ella hubiera disfrutado mucho hoy (por ayer)”, indicaba.

Mientras tanto la hija de Israel no paraba de presumir de su progenitor señalando a la tele mientras llegaba la foto de familia. “Es mi padre, es mi padre”, gritaba con sólo seis años.   “Cuando se ha despedido de mí al mediodía lo he visto nervioso, casi se pone a llorar. Es la ilusión de su vida y se lo ha currado”, reconocía Antonio, su padre, contento de que la estrella haya llegado dos años después de la apertura del local.

La sexta para la provincia

“Es mejor que venga ahora que está todo más maduro”, reconocía, recordando la primera vez que su hijo le dijo que se quería dedicar a este mundo, lo cual no le cayó demasiado bien. “Me he dedicado a la hostelería toda la vida y sé lo sacrificado que es;  yo no pude estudiar. Me lo dijo cuando hizo BUP, así que le dije que tenía que ser el mejor, pero que tenía que estudiar”. Y así lo hizo, preparándose en la Escuela de Hostelería de Cádiz, “sacrificándose mucho”, como señalaba anoche muy emocionada también su hermana, y rodeándose de los mejores. Ahora llega la hora de recoger sus frutos de una cocina “actual con hondas raíces en la tradición, ensalzada a su vez por un producto local maravilloso”, tal y como destacó anoche la ‘Guía Roja’ Uno de los primeros en felicitar a su paisano fue Ángel León, que recibió el Premio a la Sostenibilidad  por  Aponiente, su restaurante en El Puerto. El Chef del Mar mantiene sus tres estrellas para su restaurante Aponiente y la de  Alevante. Juanlu Fernández, que anoche cocinó también en la cena de la gala, también conserva la suya. Los tres jerezanos son los artífices de las seis estrellas Michelín con las que cuentan ya sus restaurantes en esta provincia. 

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