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Sevilla

"Le tenía que pedir permiso hasta para ducharme"

Una mujer que fue encerrada por su ex pareja en su finca asegura en el juicio por un presunto delito de lesiones y violencia que se sentía "vigilada"

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  • Juzgados de sevilla. -

La Sección Cuarta de la Audiencia Provincial de Sevilla acoge desde este martes el juicio contra un hombre para el que la Fiscalía pide tres años y medio de prisión por un presunto delito de lesiones y por otro de violencia habitual en el ámbito familiar por pegar e insultar a su pareja y encerrarla en una finca de su propiedad. Durante sus respectivas declaraciones la mujer ha asegurado que él la "absorbió" sintiéndose "todo el tiempo vigilada" y teniéndole que "pedir permiso para todo, hasta para ducharse", mientras que el acusado ha negado los hechos.

La mujer, que ha asegurado que estuvieron juntos "casi cuatro años" mientras que él ha subrayado que "fueron dos", ha declarado que él siempre "le daba cursitos de psicología. Iba de Dios y de Salvador", así como que hizo que "cortara relaciones" con su familia y amigos.

Tras reconocer que había "tonteado" con las drogas pero negando que estuviese "enganchada", ha señalado que primero se fueron a vivir a una localidad del Aljarafe y posteriormente a una finca en un municipio cercano a Huelva, así como que "el proyecto fue de otra manera a como fue en la realidad".

"Yo no podía salir ni a comprar el pan", ha recordado, así como, visiblemente afectada, que le "razandeó", "tiró contra el suelo" y le hacía "sentir culpable, tanto que hasta que no le pedía perdón, no paraba", a lo que ha añadido que, incluso, "dejó morir de hambre a dos perros" para hacerle daño, una cuestión que él niega.

A su vez, ha remarcado que ella lo pagaba "todo" y que "él se quedó" con sus "ahorrillos y su paro" y le decía, según ha declarado, que "se fuera a trabajar de prostituta de lujo para quitarlo de trabajar", a lo que ha añadido que no le daba dinero para "comprar alimentos ni para nada" y que tampoco le dejada "usar el teléfono". También ha relatado que un día sacó "una pistola que guardaba en el cajón de la mesa de noche y disparó al aire".

Todo esto duró, según ha precisado hasta el 5 de octubre, día en el que se "escapó, trepando por una valla" y fue a casa de una vecina en la finca donde vivía, a la que mostró "el cuerpo amoratado" presentando un parte de lesiones de unos días después tras ir al hospital.

Por su parte, el acusado ha negado las agresiones y ha explicado que se trasladaron a la finca "porque ella quería estar en la naturaleza". Tras asegurar que ella "tenía problemas con la drogadicción", ha asegurado que se prestó a ayudarla porque él había "consumido esporádicamente con 15 ó 16 años" y luego tuvo "la mala suerte" de enamorarse.

Tras asegurar que no se prestó para hacerse unos análisis porque consumía "pastillas y fumaba marihuana para dormir" a raíz de la judicialización de este caso, ha remarcado que en varias ocasiones quiso "dejarla pero ella amenazaba con suicidarse, tirarse a la droga o meterse a prostituta".

"AGRESIVIDAD EXCESIVA"

"Ella tenía una agresividad excesiva", ha señalado el acusado, quien ha negado en todo momento "haberle pegado, tirado al suelo y de los pelos", así como que "nunca" la encerró en la finca, de la que ella "tenía llaves en todo momento".

En cuando al episodio que la Fiscalía fecha el día 26 de septiembre de 2013 cuando "ella le dijo que creía que la engañaba con otras mujeres, a lo que él reaccionó abalanzándose sobre la joven, que logró encerrarse en el cuarto de baño donde pasó toda la noche", él ha asegurado que él no estuvo allí aquel día sino que pasó la jornada y la noche con su actual pareja.

"Ella tenía plena libertad y nunca le controlé ni la ropa que se ponía ni el dinero", ha señalado este hombre, quien ha asegurado que a partir de ese mes de octubre no la volvió a ver y que sus padres la denunciaron porque "en la finca quemó fotos y documentación importante de unos cursos". El juicio continúa este jueves con la declaración de los padres de ambos y de más testigos.

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