“Alan, que eres famoso”. “La verdad es que sí, estoy flipando”, responde “muy contento” este sanluqueño de 14 años al otro lado del teléfono cuándo se le pregunta por la repercusión del vídeo que el pasado martes colgó Proyecto Por Una Sonrisa (una asociación de ayuda a niños con cáncer) en su cuenta oficial de Facebook, que se ha vuelto viral al superar las 250.000 visualizaciones en menos de 24 horas y ya ha sido compartido por más de 7.000 personas.
Apenas dura 44 segundos. No hace falta más. Resulta difícil no emocionarse nada más verlo preparado para tocar la campana en la ludoteca de niños oncológicos en el Hospital de Jerez, con la canción Siempre fuertes de Manuel Carrasco de fondo, y los aplausos de sus padres, su hermana, sus tíos, sus abuelos...
No estaban solos, les acompañaba la “nueva familia” que han encontrado estos dos años en el hospital: enfermeros, hematólogos y los padres de los otros niños enfermos que aún siguen luchando. Los más pequeños incluso bailan para festejar el momento. Pocos consiguen reprimir las lágrimas.
Todos lo animan para que toque la campana y especialmente destaca la voz de su tía, con quien tiene una relación muy especial, mientras que Alan está cada vez más nervioso. “Vamos. Fuerte. Dale ya, dale ya a esoooo”, le grita, y su sobrino le hace caso con tantas ganas que la arranca de cuajo y se la queda en la mano. Da igual, ahí está su tía para cogerla y apoyarla en la pared para que Alan la vuelva a tocar con toda la fuerza del mundo, que quede claro que ha vencido a la leucemia linfoblástica que le diagnosticaron con 12 años.
A continuación rompe a llorar y se abraza a su tía y a su doctora, la hematóloga Cristina Blazquez. Ahora, como relata a Viva Jerez, lo que más desea “con toda mi alma” es que “todos mis compañeros la toquen”. Eso significará que estarán recuperados como él, aunque aún tenga por delante una nueva etapa de revisiones pero lejos de los tratamientos de quimioterapia, “lo más duro” de esta enfermedad. ¿Ha habido algo mejor?Ni se lo piensa. “La gente que he conocido”.
La campana, de su abuelo
La campana, además, tenía y tiene un significado muy especial, pues es de su abuelo, un marinero sanluqueño que también presenció este momento tan especial. La ha cedido para esta ludoteca para instaurar un ritual que ya se da en el extranjero para celebrar el fin de los tratamientos contra el cáncer.
“Lo hacen en otros países y pensamos que era bonito”, detalla Verónica, la madre de este campeón, todavía con la emoción a flor de piel, que explica que la idea fue de su padre. “Cuando hace un mes nos dijeron que se acababan los tratamientos, me dijo que la tenía guardada para Alan y decidimos dejarla allí para los niños”, señala esta ‘Madre Coraje’ que quiere lanzar un mensaje de esperanza. “Mi niño ha estado muy malito y mira ahora; también hay que contar noticias positivas, que sólo se ven cosas feas y malas”.
También pide a los padres que “confíen” en los profesionales médicos ”porque la doctora Cristina muere por sus niños”. Mientras tanto su hijo, que ha tenido que madurar a más velocidad que otros niños a su edad, lo que quiere es volver al cole sin que lo tengan que recoger porque se encuentra mal, pero no se olvida de los que siguen batallando. “Lo que les digo es que esto es poco a poco, que cuanto menos cuenta le echen, mejor, y que disfruten todo lo que puedan”. ¡Felicidades campeón!
El post de ‘Proyecto por una Sonrisa’
“Hemos tenido uno de los días más bonitos que se puede tener, sí, un día bonito. Suena raro tener un día bonito en una ludoteca de niños oncológicos, pero hoy (por el martes) nuestro gran campeón Alan ha tocado su campaña venciendo a esta horrible enfermedad, comienza una nueva vida, la viva que un niño merece tener, desde Proyecto por una Sonrisa te deseamos que seas inmensamente feliz, ojalá la toquemos pronto de nuevo por todos nuestros niños”.