La Fiscalía Provincial ha solicitado seis años de cárcel para una mujer relacionada presuntamente con una red internacional de trata acusada de obligar a ejercer la prostitución a una compatriota, a quien habría retenido con agresiones en una casa-cueva tras engañarla para que llegase a Europa en patera desde Libia.
La víctima, a quien habría convencido a través de un familiar "directo" de que podrían ayudarla a encontrar trabajo en España, pasó por un campamento de refugiados en Italia y, una vez en Cuevas del Almanzora (Almería), tal y como remarca el Ministerio Público, conoció que tenía que prostituirse, tras lo que vivió "atemorizada, amenazada y golpeada" por la procesada.
U.V.A., quien supuestamente actuaba como 'madame', se enfrenta a un delito de trata de seres humanas en concurso con otro delito relativo a la prostitución y, al margen de la pena de privación de libertad, al pago de una indemnización a la víctima de 25.000 euros por los daños morales ocasionados.
El escrito de acusación del Ministerio Público, consultado por Europa Press, subraya la situación de especial vulnerabilidad de la mujer, "sin documentación, sin conocer a nadie salvo a U.V.A, sin apoyo económico o familiar y econtrándose en un país desconocido del que también desconocía el idioma".
"Sin otra posibilidad para sobrevivir se vio abocada al ejercicio de la prostitución, a estar todo el día a disposición de los clientes que solicitaran mantener relaciones sexuales con ella a cualquier hora del día, sin tener días de descanso y debiendo pagar la totalidad del dinero que obtuviese a la acusada en pago de una supuesta deuda de 30.000 euros", indica.
Según el relato del fiscal, a mediados del año 2016 y a instancias de una persona que se encuentra en busca y captura, la U.V.A. contactó presuntamente en Nigeria a "través de un familiar directo" con la víctima, a quien ofreció la posibilidad de "trasladarse a Europa, concretamente a la localidad de Cuevas del Almanzora, donde podría ayudarla a encontrar trabajo".
Con este fin, le habría dicho para "ganarse su confianza" y ante su difícil situación económica que en España "había mucho trabajo y que le podría conseguir papeles", por lo que decidió aceptar la oferta "con la esperanza de mejorar su vida".
El Ministerio Público señala que la víctima, "siguiendo siempre las instrucciones" que le daba la procesada, emprendió viaje por tierra con personas "que actuaban a cuenta" de una líder de la organización hasta llegar a Libia, donde "fue trasladada en patera hasta Italia e ingresó en un campamento de refugiados".
Una persona también relacionada con la red, la trasladó en diciembre de 2017 a Cuevas del Almanzora, donde le esperaban para decirle que "su trabajo consistiría realmente en mantener relaciones sexuales con hombres a cambio de dinero" en el interior de una cueva para, así, "saldar una supuesta deuda que había contraído por haberla traído a España".
"Si bien en un principio se negó a ello, la golpearon para que realizará el trabajo", apuntilla el fiscal, quien también acusa a la pareja sentimental de U.V.A., un hombre de nacionalidad nigeriana ajeno a estos hechos pero a quien se le encontró documentación personal con la identidad de otro hombre "llegando a firma un contrato de trabajo con una empresa de Antas".
Le imputa la presunta comisión de un delito de usurpación de estado civil y pide una pena de 18 meses de prisión. El juicio está señalado el 18 de septiembre en la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Almería.
MACROPERACIÓN
La Guardia Civil liberó en marzo de 2019 a 39 mujeres nigerianas que estaban siendo obligadas a ejercer la prostitución y detenido a 89 personas, entre ellas 14 'madames', en una operación coordinada por Europol desarrollada en 12 provincias españolas.
Las víctimas eran sometidas en su país de origen a ritos de 'vudú-jujú' y contraían una deuda con la organización criminal de entorno a 30.000 euros. Las mujeres eran controladas por 'madames' nigerianas, la mayoría reclutadas tras haber sido explotadas anteriormente.
La red captaba a mujeres en Nigeria para trasladarlas a España vía Libia e Italia. Tras un periplo de más de 4.000 kilómetros desde que salían de Nigeria, algunas de las víctimas eran rescatadas de centros de internamiento para inmigrantes como el de Lampedusa, utilizándose para ello documentación falsa.
En la localidad de Cuevas de Almanzora (Almería) las mujeres eran explotadas en el interior de casas-cuevas, viviendo en condiciones de extrema precariedad. Las víctimas ejercían la prostitución "low-cost, cobrando por cada servicio entre 5 y 10 euros, y los clientes eran varones nigerianos y senegaleses trabajadores en la zona de cultivo en España", según explicaron desde la Unidad Central Operativa (UCO).