Medio centenar de agentes de Medio Ambiente, del Seprona y de la Policía Autonómica han participado este martes en Granada en una nueva jornada formativa organizada por la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio sobre la prevención y erradicación del uso ilegal de cebos envenenados.
Celebrada en el Instituto de Investigación y Formación Agraria y Pesquera, la acción formativa ha permitido indagar en ámbitos como las tipologías de venenos, los protocolos de inspección, el análisis forense o en el transporte y depósito temporal de muestras, junto con la cumplimentación de actas y formularios, entre otras cuestiones.
Así lo ha explicado la delegada provincial de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, Inmaculada Oria, quien ha agradecido la implicación y el buen hacer de los agentes y del personal responsable en la lucha contra los venenos en el medio natural.
Oria ha valorado "el éxito" de la Estrategia Andaluza contra el Veneno, toda vez que desde su puesta en marcha en 2004 ha permitido rebajar en Andalucía en más de la mitad el número de caso de venenos y prácticamente erradicar los casos que afectan a especies catalogadas.
El desarrollo de este programa ha puesto a Andalucía a la cabeza de la lucha contra el uso del veneno en el medio natural en España.
La rapidez en la localización es el factor "decisivo", ha señalado para indicar que pese a los últimos episodios en Granada que afectaron a ejemplares de buitre leonado, la provincia de Granada sólo registró el año pasado ocho casos de veneno, muy lejos de los 38 de 2006.
Medio Ambiente recuerda que la colocación de cebos envenenados es una práctica que atenta contra la biodiversidad y que en el Código Penal esta tipificada como delito.
En este sentido, la Ley de Flora y Fauna Andaluza también prevé la suspensión del aprovechamiento cinegético en aquellos cotos donde se encuentre episodios de envenenamiento, extendiéndose igualmente esta suspensión por el uso de medios prohibidos de caza masivos y no selectivos como pueden ser los cepos y lazos, prohibidos en la Unión Europea desde 1994.
