El Ayuntamiento de Jerez asegura estar trabajando ya para alcanzar los objetivos de movilidad que se esbozan en el borrador de la futura ley de Cambio Climático y Transición Energética que prepara el Gobierno central, que entre otras cosas plantea medidas para restringir el tráfico en las ciudades de más de 50.000 habitantes.
Sin embargo, el hecho de que el citado borrador plantee la necesidad de que estas medidas entren en vigor en un plazo de cinco años provoca que desde el Gobierno local se advierta de la necesidad de que esa futura ley contemple la necesaria financiación para que los ayuntamientos puedan alcanzar los objetivos propuestos en ese periodo de tiempo.
El teniente de alcaldesa de Sostenibilidad, Participación y Movilidad, José Antonio Díaz, admite que si se pretende el cumplimiento íntegro de lo dispuesto en ese borrador “serán necesarias también medidas de ayuda y financiación para que los ayuntamientos puedan hacer frente a esas actuaciones”.
El Ayuntamiento de Jerez ya está desarrollando iniciativas en ese sentido en el marco de la iniciativa Edusi, que se nutre de fondos de la Unión Europea (UE), pero trabaja sin una fecha tope para el desarrollo de las propuestas recogidas en el plan de movilidad del centro histórico. “Estamos actuando a través de la Edusi y con recursos propios, pero para desarrollar todas las iniciativas del plan en las fechas en las que se plantea serán necesarios más recursos”, advierte.
Una herramienta clave
Díaz entiende que el desarrollo del plan de movilidad del centro histórico va a atender básicamente las necesidades que en materia de tráfico marque la futura ley. De hecho, recuerda que en estos últimos meses ya se han dado pasos encaminados a cumplir esos retos, como la peatonalización parcial de la plaza de las Angustias.
A esta actuación se sumará en los próximos meses la peatonalización de la plaza Vargas y algunas calles de su entorno, como Pozuelo; así como la que se ha previsto para el eje comprendido entre la zona del Arroyo y la plaza de la Asunción.
El plan de movilidad del centro histórico -que fue aprobado en Junta de Gobierno Local hace ahora un año- permitirá que el peatón se imponga sobre el vehículo particular en más de medio centenar de calles. El documento contempla una red de vías básicas por las que se mantendrá el tráfico rodado sin restricciones.
En esa red se incluyen las principales arterias del centro histórico, como Arcos, Medina, Corredera, Ronda Muleros, Ronda del Caracol, Porvera, Honda, Ancha, Ponce, Santo Domingo o Zaragoza, entre otras. Las dimensiones de esas calles permiten compatibilizar el tráfico rodado y el uso peatonal.
Pero el plan también contempla la creación de una red de itinerarios peatonales que tiene como objetivo moderar el tráfico, facilitando el traspaso de viajes motorizados a viajes a pie, configurando además una trama atractiva que permita recorrer el centro y favorezca su recuperación. Se plantean unos itinerarios peatonales “continuos, accesibles, confortables, seguros y atractivos”.
A esa red quedarían afectadas más de medio centenar de calles del centro histórico.
Red de vías interiores
Por último,el plan recoge la creación de una red de vías interiores donde el uso del vehículo quedará de algún modo restringido y reservado a residentes y servicios públicos. Además, la velocidad se limitará a un máximo de 10 kilómetros por hora y el estacionamiento quedará reservado a los residentes.
Esa red permitirá estructurar el centro por barrios con idea de mejorar el espacio público para uso peatonal. Este ordenamiento va a cobrar especial protagonismo en el barrio de San Miguel y su entorno, y más concretamente en las manzanas que quedan comprendidas entre las calles que forman parte de la red básica. Algo parecido ocurrirá en el barrio de San Pedro y en Santiago.
La peatonalización de calles va a tener especial calado en el corazón del centro histórico, entre la collación del Salvador y San Mateo, precisamente una de las zonas más despobladas de la ciudad. Ahí se plantean peatonalizaciones y, cuando no, redes interiores reservadas a servicios y residentes.
