El Ayuntamiento de Sevilla ha firmado este miércoles cuatro convenios con otras tantas entidades sin ánimo de lucro para financiar, vía subvención nominativa, proyectos de atención a personas sin hogar que realizan tales entidades con impacto sobre unas 300 personas de tal condición.
El importe conjunto de estas subvenciones alcanza los 865.000 euros, según el Ayuntamiento, y de las actuaciones subvencionadas se beneficiarán más de 300 personas sin hogar. El concejal de Bienestar Social, Juan Manuel Flores, ha ensalzado la labor de las entidades, "que trabajan a pie de calle con las personas necesitadas", y la colaboración público-privada en la Mesa Estratégica de las Personas sin Hogar, donde se definen, de manera coordinada con los Servicios Sociales Municipales, las mejores líneas de actuación.
En concreto, a Familia Vicenciana (Hijas de la Caridad) se le conceden 500.000 euros que permitirán mantener uno de los principales recursos que tiene la ciudad para la atención a personas sin hogar: el Centro Miguel de Mañara, cuyo trabajo es acoger, rehabilitar y reinsertar.
A la Fundación RAIS se le otorgan 175.000 euros para seguir con su programa House in First, estrenado hace dos años en Sevilla para posibilitar el acceso a una vivienda de personas sin hogar con un apoyo personalizado y con su integración social como objetivo prioritario -son actualmente 20 los pisos acogidos a la iniciativa-.
En tercer lugar, el convenio con Asaenes (Asociación de Familiares, Allegados y Personas con Trastorno Mental Grave) alcanza los 40.000 euros, que se dedicarán a su programa para atención integral a personas sin hogar con trastornos mentales. Por último, Cáritas recibirá 150.000 euros para su Centro Amigo donde se cubren necesidades básicas de distintos perfiles de personas sin hogar, con quienes se trabaja para su rehabilitación.
Flores ha señalado que desde el inicio del actual mandato, la atención a las personas sin hogar ha sido una de las prioridades de las políticas sociales, defendiendo que el presupuesto para tal aspecto ha crecido un 27 por ciento desde 2015, entre otros aspectos.