Ruiz-Giménez, que falleció ayer a los 96 años en Madrid, fue ministro de Educación durante el franquismo pero terminó apartado del régimen por sus discrepancias, y lideraría, ya en democracia, al partido Izquierda Demócrata Cristiana.
Políticos, instituciones y compañeros recordaron la evolución política que encarnó desde que fue destituido como ministro de Educación del régimen hasta que se convirtió en el líder del partido Izquierda Democrática Cristiana y en el primer Defensor del Pueblo de España.
Estas son algunas de las principales reacciones producidas ayer tras conocerse su fallecimiento:
Los Reyes y los Príncipes de Asturias expresaron su admiración por la personalidad de Ruiz-Giménez, con quien tuvieron ocasión de compartir momentos importantes de la transición democrática española.
José Luis Rodríguez Zapatero, presidente del Gobierno, destacó que “encarna la complejidad de nuestra historia reciente” y su “aportación esencial para el asentamiento de nuestra cultura democrática”.
Santiago Carrillo, ex secretario general del PCE: “Ruiz-Giménez fue el primer reformista del régimen dictatorial” y un significado líder durante la transición democrática que defendió a militantes de la oposición y significados comunistas, incluido él mismo.
Manuel Fraga, senador del PP afirmó ser su “discípulo” y destacó su empeño por volver a crear la Democracia Cristiana en España, momento en que “le fallaron todos los antiguos líderes de esta tendencia”.
Mariano Rajoy, líder del PP expresó a su familia su “más sincero pésame” y todo el “sentimiento y afecto” del PP en estos “momentos tan difíciles”.
Esperanza Aguirre, presidenta de la Comunidad de Madrid, mostró su respeto “hacia su figura, que tanta importancia ha tenido a lo largo de una gran parte del Siglo XX en la Historia de España” y en la restauración de la democracia.
Miguel Remeses, secretario general de Izquierda Unida: “Con la muerte de Joaquín Ruiz-Giménez todos perdemos a un incansable defensor de la democracia, de la convivencia pacífica entre los españoles y de los derechos humanos de los más desfavorecidos”.
Enrique Múgica, Defensor del Pueblo: “Su dedicación a la puesta en marcha de la institución fue ejemplar, para lograr su objetivo de que los españoles convivieran en paz y libertad haciendo pleno uso de sus derechos ciudadanos. Al cumplir su mandato como Defensor continuó volcado en su lucha por los Derechos Humanos”.
Rafael Ribó, Síndic de Greuges, ha dicho que “tuvo el mérito" de desarrollar el Defensor del Pueblo en un sistema donde no había ninguna tradición en el Estado español.
Josep Antoni Duran i Lleida, presidente del Comité de Gobierno de UDC, manifestó que Ruiz-Giménez fue un referente del diálogo político.
