Llegó a la política de la mano de la ex alcaldesa de Cádiz, Teófila Martínez. En esa época estaba en la universidad y luchó por conseguir la licenciatura en Relaciones Laborales y ayudando en aquello donde podía colaborar con el partido. “Siempre ha creído que quejarse sin entrar a solucionar temas era demasiado fácil”. Durante estos años ha desempeñado funciones en áreas como Personal, Servicios Sociales, Fomento y Urbanismo. Su imagen no le ha hecho justicia. Es consciente de que no levanta pasiones aunque no se le puede negar que durante años se ha encargado de mediar entre las situaciones conflictivas de la ciudad. En estos días se ha tenido que enfrentar al último caso de amenazas e insultos en la puerta de su domicilio particular y en el de sus padres, lo conocido como escrache, por parte de unos vándalos anónimos que lo señalan con el dedo tras las informaciones aparecidas sobre la posible relación de Romaní con la empresa municipal con el Observatorio Andaluz de Responsabilidad Social de la Empresa, que dirige el tutor de su tesis doctoral.
¿Qué le debe a Teófila Martínez?
—Le debo que haya confiado siempre en mí y que me haya dado la oportunidad de trabajar en lo que creo.
¿Cómo ha sido su andadura política, su experiencia en el Ayuntamiento?
–Puedo decir que conozco todos los prismas que puede tener la ciudad, puesto que he pasado por casi todas las áreas municipales. He adquirido un conocimiento muy amplio de la ciudad y eso llevó a que mi grupo me eligiera como portavoz en esta legislatura.
¿Algo negativo de estos años?
–Los sinsabores que te produce la propia política, el desgaste de la exposición pública.
¿Algo positivo?
–Imágenes del trabajo para que una persona mayor con movilidad reducida pudiera cambiar de casa, y después te invita a tomar café para agradecerte tu trabajo... Una recompensa enorme. También grandes retos como el soterramiento, el Doce o el segundo puente. Un orgullo contribuir a que mi ciudad alcance esas cotas.
¿Considera que el PP de Cádiz es bicefálico?
–Los dos papeles son totalmente compatibles, como se ha podido comprobar. La grandeza de Teófila Martínez de compartir se ha visto patente en la legislatura, donde ha estado trabajando como una concejala más, algo a lo que los gaditanos no estaban acostumbrados. Desde el PSOE siempre que pasaban a la oposición, los candidatos, se retiraban de la política local, algo que se volverá a repetir con este alcalde.
Hablando del alcalde, ¿qué valoración hace de estos tres años de gestión?
–No hay gestión, no se puede valorar. Es a golpe de titulares, de banderas e intentar dividir a los gaditanos: o estás conmigo o contra mí. O campañas que no entiende nadie para dividir a los niños gaditanos según el colegio donde esté matriculado. Nunca ayudan a la ciudad. Si está inmerso en esos temas no está en cuestiones de ciudad como: urbanismo, limpieza, emprendedores, que crezcan. Crecen todas las ciudades de alrededor y Cádiz queda muy detrás.
¿Considera que existe algún cambio en la ciudad, aunque sea en el área de Servicios Sociales?
–Antes los niños pasaban hambre y ahora no. Se lo inventó en alcalde y salió a bombo y platillo por las televisiones nacionales. Arrastrando una imagen que ahora dice que lo ha arreglado. Nunca ha podido demostrar que eso fuera así. Ha quedado patente que la delegación de Servicios Sociales funcionaba mucho mejor con el PP que a día de hoy, al ver las colas en las puertas de la delegación desde primera hora de la mañana.
Lo que ocurre en los plenos ¿a qué se debe?, ¿a gente defraudada o ha sido una tendencia?
–Siempre ha habido gente que reivindica en los plenos y tiene la posibilidad de hacerlo. Eso es la democracia en estado puro. La diferencia que estoy notando ahora es que antes se teledirigía por parte de aquellos que querían optar a la alcaldía a base de mentiras: Podemos, Izquierda Unida. Gente que irrumpiera en los plenos, y ahora se está viendo que son los propios vecinos los que se están levantando a costa de las mentiras y promesas falsas que se le fueron dando para conseguir el sillón de la Alcaldía.
¿Eso va a pasar factura a Podemos?
–Les está pasando factura. Ya no va a poder engañar más a esa gente.
¿Cree que las siglas de Partido Popular vienen bien en Cádiz?
–El PP en Cádiz tiene nombre propio. Y lo que pretendemos es que siga teniéndolo con Juancho Ortiz (el candidato popular a las próximas elecciones). Son los nombres propios de los vecinos que pelean por Cádiz los que consiguen que la ciudad se levante. El proyecto de Juancho debería ser el proyecto de todos los gaditanos. Ya ha demostrado su capacidad de gestión con más de 800 viviendas entregadas, mientras que Podemos no puede decir nada de los tres años. Mucha pantalla y mucho megáfono, frente a Juancho Ortiz que puede devolver a Cádiz esa posición y puede gestionar los principios básicos para el fomento empresarial y las mejoras sociales.
¿Qué opina del resto de grupos de la oposición?
–Como portavoz me ha tocado debatir y discutir y acordar con el resto de miembros de la Corporación. Tengo en buena estima a los portavoces que han trabajado conmigo en la oposición, aunque tengamos distintas posturas. Hemos tenido la capacidad de tener las ventanas abiertas y poder comunicarnos y eso ha sido bueno para la ciudad y debería seguir siendo así tanto por mi parte como por la de Juancho, que tomará el relevo en la portavocía.
¿Es consciente que está considerado como el azote del equipo de Gobierno?
–Desde el principio cuando me pidieron que fuera el portavoz, sabía de antemano que me iba a suponer una posición complicada en lo personal y que todos los ataques de Podemos se iban a dirigir hacia a mí. Como de hecho así ha sido. Pero lo que Podemos no sabe es que hoy estoy yo y mañana otro. En el PP somos un equipo donde cada uno asume su responsabilidad. Lo que Podemos ha podido comprobar, a pesar de que nos querían hacer desaparecer, es que el PP está más vivo que nunca y ha plantado cara a una posición que no nos correspondía y que llegó por un pacto de perdedores. Ahora el referente será Juan José Ortiz y yo paso a su disposición.
¿Eso significa que Juancho se convertirá en portavoz?
–Ya ejerce como portavoz en todos los ámbitos.
¿Se planteó ser candidato?
–No, no era mi intención, siempre dije que estoy a disposición del partido para ayudar en lo que pueda. He estado muy cerca de la alcaldesa durante estos años y siempre dije que había personas para asumir esas responsabilidades. Juancho es el ejemplo de que el partido está vivo y hay un relevo generacional.
¿Va a presentarse a las próximas elecciones?
–Voy a usar una frase que siempre usaba Teófila: “No hago planes ni en política, ni en salud ni en amor”. Pero creo firmemente en la incorporación de nuevos vecinos de Cádiz que contribuyan conjuntamente con el PP a levantar esta ciudad y ponerla en su sitio, para ser el referente que nunca debió dejar de ser.
¿Qué opina de las críticas de otros partidos que los acusan de no haber asumido que han perdido el Gobierno de la ciudad?
–Esa es la postura fácil de un equipo de Gobierno que no gestiona. Tiene que desviar la atención con el PP. Llegaron al sillón de Alcaldía con una sola propuesta que era desalojar a Teófila. A partir de ahí se ha demostrado que están vacíos de contenido y usan la ciudad como altavoz de su marchamo anticapitalista. El alcalde y sus concejales aún no se han enterado que están gobernando y eso se comprueba fácilmente en el orden del día del Pleno, porque las propuestas del equipo de Gobierno y de Podemos al pleno son adherirse a la plataforma mundial de cualquier cosa, menos hacer una obra, menos aprobar un programa de ayuda a la mujer o de fomento o de transporte.
Siempre ha sido objeto de temas agrios: Zona Franca, Loreto, el tema del máster ¿Cree que ha habido alguna persecución hacia su persona?
–La figura de portavoz conlleva que todas las miradas y ataques del resto de partidos se centren en quien da la voz al PP. Hay una parte que se asume con deportividad, pero hay otra que no se llega a entender cuando los ataques se convierten en asuntos personales que no tienen nada que ver con la política en sí. Se sobrellevan pero representan una carga en la vida personal.
¿Cree que hay malas prácticas dentro de la política municipal?
–Sí y de hecho se está viendo. Con Podemos han llegado las insinuaciones personales, hacia la familia, a los técnicos. Persecuciones y caza de brujas. Ha llegado lo peor de la política, a mi entender, el odio al contrario.
¿Cómo se ve en el futuro?
–Me imagino el futuro trabajando en lo que me gusta, igual que cualquier ciudadano. La política es algo temporal.
