Para conseguir un derecho que hoy consideramos incuestionable, la jornada la laboral de ocho horas, hizo falta sangre, sudor y lágrimas. Y un puñado de muertos. Este martes, 1 de mayo, se celebró el Día del Trabajo en casi todos los países del mundo. Una jornada marcada por la reivindicación y la lucha por la mejora de las condiciones laborales.
Huelva, como provincia “más castigada”, fue el epicentro de esa protesta en Andalucía y, por ello, se lanzaron los mensajes más contundentes dirigidos al Gobierno de Mariano Rajoy para reclamar un mejor empleo, igualdad y pensiones “dignas”.
Así pues, la marcha arrancó pasados minutos de las 12.00 horas desde las puertas de la antigua estación de trenes, puso rumbo a la avenida de Italia y concluyó una hora y media después en la plaza de La Merced. Allí se leyó un manifiesto con dicha plaza abarrotada.
Una manifestación secundada por 10.000 personas, según los sindicatos, y por 600 personas, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Huelva, y que tenía el lema ‘Es tiempo de ganar’. Dicha concentración no quisieron perdérsela numerosos líderes andaluces.
Las secretarias generales de UGT-A y CCOO-A, Carmen Castilla y Nuria López, respectivamente, el portavoz parlamentario del PSOE, Mario Jiménez, y el coordinador general de IU, Antonio Maíllo, estuvieron presentes. Además, también acudieron miembros del Movimiento Feminista de Huelva y numerosos colectivos en conflicto como pensionistas, trabajadores de la hostelería -como las Kellys-, de Matsa y Correos, desempleados, la asociación de inmigrantes de Mali y las monitoras escolares y de educación especial.
Mucho ruido en las calles, y no es para menos. Carmen Castilla aseguró que después de salir de la crisis económica “ya es hora de que las familias y las clases trabajadoras cuenten con salarios dignos”. Por ello, en caso de que el Gobierno de Rajoy no escuche las demandas de los sindicatos, “de Huelva, Andalucía y España”, habrá que “subir las movilizaciones en la calle porque se ha demostrado y constatado que son la palanca de cambio de todas las políticas que está haciendo este Gobierno con sus reformas injustas”, según la secretaria general de UGT-A.
Con la advertencia de que podría subir el termómetro en las calles, Castilla remarcó que “llevamos cuatro años sumando unas cifras de crecimiento, según el PIB, que crece por encima del 3%, y que este año, probablemente terminará con un 2,7% pero, sin embargo, a los salarios no llegan esa recuperación”. A base de manifestaciones es la “única forma” de que cambien las cosas. En las últimas fechas fueron los pensionistas quienes se echaron a las calles y ya han conseguido, al menos, que se les escuche. “¿Si no había dinero para subir las pensiones, cómo de buenas a primeras sí lo hay ahora?”, se preguntó Castilla, por lo que “pedimos la derogación de las reformes de las pensiones del año 2013, que nos parece injusta y que está empobreciendo a los pensionistas”.
Por su parte, la secretaria general de CCOO-A consideró que “es el momento de ganar en este país, si las empresas están ganando, si se están repartiendo dividendos, si sus beneficios empresariales ya superan los 36.000 millones de euros, no es posible que los salarios de los trabajadores suban sólo un 1% en este país”.
Más reacciones
Por otro lado, el portavoz del PSOE en el Parlamento de Andalucía, el moguereño Mario Jiménez, reclamó en la concentración en Huelva la derogación de la reforma laboral y un pacto de renta que “garantice la subida salarial que haga posible que los trabajadores vivan con dignidad y acabar con esta clase trabajadora empobrecida que ha creado esta reforma”. De ahí que afirmara que “es el momento de que se traslade a la nómina de los trabajadores esta recuperación económica” de la que tanto se habla.
Además, sobre las pensiones, Jiménez recomendó al PP que “vuelva al Pacto de Toledo” para que “partidos y sindicatos se sienten y se deje de parchear y esquilmar y se garantice su revalorización al coste de la vida por ley”.
Por otro lado, Antonio Maíllo, coordinador de IU en Andalucía, pidió que se abordara desde Andalucía “una alianza para derogar las reformas laborales, para afrontar la salida de la crisis y para construir un nuevo modelo productivo”. Además, explicó que este 1M era una “jornada no sólo de reflexión, sino de movilización y de lucha contra la precariedad en España”.
