El tribunal Zamoskvoretski de Moscú declaró al exministro de Economía de Rusia Alexéi Uliukáyev culpable de recibir un soborno de 2 millones de dólares de Rosneft, la mayor petrolera del país.
"El tribunal estableció que Uliukáyev cometió el delito contemplado en el punto 6 del artículo 290 del Código Penal de Rusia, es decir, recibió un soborno en el ejercicio de un cargo público", señala la sentencia de la magistrada Larisa Semiunova.
El veredicto subraya que ha quedado demostrado que el exministro exigió en octubre de 2016 ese soborno al presidente de Rosneft, Ígor Sechin.
"El 15 de octubre de 2016, encontrándose en el estado de Goa, India, el ministro de Economía Uliukáyev, aprovechándose de la jerarquía de su cargo, exigió a Ígor Sechin un soborno", agrega la sentencia.
Según la Fiscalía, el 14 de noviembre de 2016 Sechin y Uliukáyev mantuvieron una conversación telefónica en la que el entonces ministro de Economía "reiteró su intención de aceptar un soborno y accedió a acercarse a las oficinas de Rosneft" con ese objetivo.
Una vez en el lugar, según la versión de los fiscales, Uliukáyev recibió de Sechin un maletín con la suma acordada y fue detenido por agentes del FSB (antiguo KGB), que supervisaron toda la operación.
El extitular de Economía -el primer ministro federal declarado culpable por un delito de corrupción en la historia postsoviética de Rusia- acusó a Sechin de haber orquestado el presunto pago de un soborno, aunque dice desconocer los motivos del presidente de Rosneft.
"Fue una provocación y el responsable es conocido", dijo hoy al llegar al tribunal.
La fiscalía ha solicitado una condena de diez años de prisión para el exministro.
El tribunal declaró la culpabilidad de Uliukáyev pese a que Sechin -el principal testigo del caso y quién cursó de hecho la denuncia contra el exministro- no compareció a declara en el juicio incluso tras cuatro citaciones judiciales.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, dijo ayer durante su tradicional rueda de prensa que el jefe de Rosneft no estaba obligado a testificar en el juicio, pero debía haberlo hecho.
