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Torremolinos

Arranca el proyecto de peatonalización del centro de Torremolinos

El desbroce de la finca y el apuntalamiento de la estructura darán paso al reacondicionamiento global de este edificio histórico de mediados del siglo XIX, adqu

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  • El desbroce de la finca y el apuntalamiento de la estructura darán paso al reacondicionamiento global de este edificio histórico de mediados del siglo

La casa María Barrabino ha abierto de nuevo sus puertas para el pueblo de Torremolinos”. Con estas palabras el alcalde de Torremolinos, José Ortiz, ha puesto la primera piedra simbólica con la que el Ayuntamiento da por iniciado el proyecto de peatonalización del centro urbano. Se trata de un acto simbólico pero representativo del nuevo tiempo de transformaciones y cambios que se abre para el corazón del centro urbano y comercial de Torremolinos. La histórica casa María Barrabino, inmueble adquirido el pasado mes de septiembre por el Ayuntamiento, afronta desde hoy y durante los cuatro próximos meses su proyecto de reacondicionamiento y rehabilitación que le devolverán el protagonismo arquitectónico, social y como eje vertebrador de la ciudad, que tuvo desde su construcción en 1862.

El alcalde, José Ortiz, acompañado por la concejala de Urbanismo, Maribel Tocón, ha presidido hoy la puesta en marcha de los trabajos de las obras de rehabilitación del edificio. El reacondicionamiento del inmueble y su puesta en valor se convierte en la actuación estrella del proyecto de peatonalización, reurbanización y revitalización de la plaza Costa del Sol, redactado por el arquitecto Salvador Moreno Peralta, trabajos que se seguirán prácticamente en simultáneo y que darán como resultado la inauguración para el verano de 2018 del nuevo gran bulevar peatonal.

Las primeras actuaciones en curso consisten en el desbroce y limpieza de la finca, y el apuntalamiento de las estructuras que presentan un peor estado de conservación, especialmente las horizontales (tejado y cornisas) al objeto de frenar su deterioro, y poder iniciar la rehabilitación integral de la casa.


Compromiso con la ciudad

Ortiz ha recalcado la dimensión del acto de hoy. “Empezamos algo que teníamos comprometido, la construcción del bulevar peatonal, que va a sumar modernidad y elementos del patrimonio histórico y arquitectónico”, todo un símbolo para “reinventarnos como ciudad y como destino turístico”. El alcalde ha señalado que, por su estado, la rehabilitación de la casa se convertía en lo “más sensible y delicado del proyecto” y de ahí el priorizar esta actuación.

“Comenzamos a construir un espacio público que va a ser la referencia cultural, social y turística no solo de nuestra ciudad, sino de la Costa del Sol”, ha augurado. El proyecto de obras nos va a permitir “conectar una ventana entre el pasado (el inmueble) y el presente (el bulevar) con un modelo diseño muy rompedor y vanguardista, y la casa será el ícono referente, el centro de los centros, el kilómetro cero cultural y social”, ha asegurado parafraseando al arquitecto autor del proyecto.

La casa María Barrabino será objeto de una restauración integral al estado original, respetando íntegramente su estructura exterior e interior. El destino del inmueble será el de centro de exposiciones culturales, artísticas, foro de cultura, conferencias abiertas a la ciudadanía, ha anticipado el alcalde. “Será el eje de un nuevo espacio de convivencia y muy singular”.

Transformación del centro urbano

La rehabilitación de la casa María Barrabino y la construcción del bulevar peatonal de la plaza Costa del Sol y avenida Palma de Mallorca se enmarcan como primeras actuaciones dentro de un proceso más amplio de transformación del centro urbano y sus zonas de influencia. Ambas obras serán la punta de lanza de otras actuaciones urbanísticas complementarias que vertebrarán una “gran manzana” junto con la plaza de La Nogalera, las plazas Picasso y de La Independencia, y que ampliará su radio de acción también a la Cuesta del Tajo, la Torre de Pimentel y calle Peligro (en el Bajondillo) que conectarán la playa y el centro urbano.

“Estamos haciendo lo que otras ciudades han hecho, recuperar nuestro centro, nuestro patrimonio, nuestra historia y ganar en capacidad de ofrecer al ciudadano y al turista algo más que sol y playa”. “Estamos haciendo historia”, ha asegurado el alcalde.

En la misma línea se expresó la portavoz de Ciudadanos, Ángeles Vergara, durante el anuncio de la compra de la casa el pasado mes de septiembre, asegurando que se trataba de un momento “muy importante para la ciudad de Torremolinos, el pistoletazo de salida para el inicio de la peatonalización que se encuentra en el acuerdo programático de Ciudadanos con el PSOE”. Este hito es una de las “razones por lo que no votamos en contra de los presupuestos, porque la aprobación de las cuentas municipales han permitido la compra de esta joya”. Vergara ha defendido que “es el kilómetro cero de la ciudad, por lo que para nosotros es un orgullo y estamos muy contentos”.

Por su parte, Ortiz ha valorado el papel fundamental de los proyectos en curso por parte municipal como elemento que “nos permitirán luchar contra estacionalidad turística, añadir nuevos segmentos de oferta, complementarios al sol y playas y al turismo gastronómico”. “Vamos a sumar un potente componente cultural, patrimonial, arquitectónico, artístico y de espacios singulares que van a tener un valor incalculable de cara al futuro”.

Construida en 1862, la Casa de María Barrabino, cuenta con un importante valor artístico de manos de la arquitectura del edificio, sus ornamentos y decoración interior y exterior, que implican un alto valor monumental y cultural. Deshabitada desde 1997, el edificio fue adquirido por el Ayuntamiento e incorporado al patrimonio municipal el pasado mes de septiembre por 1,1 millones de euros tras alcanzar un acuerdo con sus herederos.

Nuevo bulevar peatonal

La plaza Costa del Sol y su zona de influencia desde la avenida Isabel Manoja hasta El Bajondillo (La Nogalera, calle San Miguel, Torre de Pimentel) recibirá una actuación integral y se convertirá en un gran espacio ciudadano, un ‘centro de centros’ que será el emblema de Torremolinos. Así lo propone el proyecto de peatonalización del centro urbano redactado por el arquitecto Salvador Moreno Peralta, que presentó el Ayuntamiento de Torremolinos el pasado mes de junio, actuaciones que supondrán la inversión municipal de 3,8 millones de euros repartidos entre los ejercicios de 2017 a 2019.

El proyecto de peatonalización y reforma integral de la plaza Costa del Sol y su entorno abarca una superficie de 8.000 metros cuadrados y comprende todo el área dentro de su confluencia desde la avenida Isabel Manoja hasta calle Hoyos.

En el tramo desde la avenida Isabel Manoja hasta la calle Cauce se propone una actuación para convertirlo en paseo-salón de acceso a la plaza Costa del Sol mediante la regeneración de los pasajes intermedios con un plan integral de embellecimiento, restauración de fachadas y establecimiento de actividades.

Setos, alcorques y zonas de estancia flanquearán el paseo central de forma que la visión de comercios y bares y de sus fachadAs se vea filtrada por una franja verde, con alineación alternativa de palmeras y naranjos. El tránsito hacia la zona central de este paseo prevé la posibilidad de instalar todo tipo de kioscos, mercadillos, ferias, puestos de flores, exposiciones temporales, y también plazuelas intermedias adornadas por elementos escultóricos.

Casa María Barrabino, eje central

El espacio central, aledaño a la casa María Barrabino, ganará protagonismo como eje central de la plaza Costa del Sol y espacio de acontecimientos y actividades públicas, que quedará libre, sin barreras arquitectónicas ni visuales y sin instalaciones fijas, que alternativamente permitirá el acceso al tráfico rodado de vehículos de los servicios públicos y de emergencias.

Este edificio, testimonio de la arquitectura burguesa del siglo XIX, y tras su completa restauración arquitectónica y su integración urbanística con el espacio público, se abrirá hacia la plaza mediante la demolición de los comercios que la ocultan hoy, ganando espacios verdes y haciéndose accesible mediante una escalinata que apoyará ese carácter comunal y de teatro abierto que el espacio adquirirá para celebración de eventos.

Para la plaza Costa del Sol, de diseño oblongo, el proyecto contempla un ajardinamiento más ambicioso, formando pequeñas plazoletas con bancos, macizos florarles, estanques, fuentes y láminas de agua que proporcionan un ambiente agradable. La introducción de estos elementos de agua, así como el traslado de la fuente de la plaza Costa del Sol a su primitivo emplazamiento, permitirá devolver a la memoria histórica el fuerte vínculo de Torremolinos con el agua como elemento central del origen y desarrollo urbano de la ciudad.

Gran pérgola central

Toda la huella central de la plaza estará fuertemente marcada por la impronta de una emblemática pérgola o umbráculo cuya modulación se entremezcla con setos, playas y jardines en una especie de composición neoplástica.

La pérgola, de 6 metros de altura y carácter escultórico, soportada sobre pilares metálicos de color grisáceo que “sostendrán un arco cóncavo enfrentado a un arco convexo unidos por un emparrillado de listones de pino rojo tratados al autoclave, que generan un bóveda con forma de paraboloide hiperbólico” –define el proyecto técnico-, pretende estimular la máxima ocupación de este espacio para desarrollar gran número de actividades que redunden en la vitalidad del centro  (mercadillos, puestos navideños, ferias del libro, gastronómicas,  o espectáculos públicos).

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