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Cádiz

"Rezamos por las madres y por los niños que están siendo abortados"

Participantes en la campaña '40 días por la vida' salen al paso de la denuncia de Podemos y niegan que acosen a las mujeres que acuden a abortar en Cádiz

  • Polémica alrededor del derecho a abortar -

Hace escasamente una semana, Podemos Cádiz remitió una nota de prensa en la que denunciaba el supuesto acoso que sufren las mujeres que acuden a abortar en clínicas de provincia “a manos de grupos de ultraderecha”. Según esta formación política, “muchas de las afectadas han explicado que estos fanáticos tildan de asesinas a las usuarias de estas clínicas, al tiempo que rezan en voz alta, lo que producen unas situaciones violentas y surrealistas”.

Y este martes, un grupo de personas que reconocen acudir a las puertas de las citadas clínicas ha salido al paso de esa denuncia de Podemos con un escrito firmado por más de una veintena de personas que lamentan que Podemos hable “sobre nuestra presencia a la puerta de los ‘abortorios’, poniendo en nuestra boca y nuestro corazón palabras e intenciones que están muy lejos de ser nuestros”.

Este grupo de personas, que actúan de forma particular y no forman parte de ninguna organización, tal y como explicaron a este medio, indica que “sí han acertado en lo más importante: estamos allí rezando”.

“A veces suponíamos que la gente se preguntaría el motivo, pues no llevábamos más letrero ni identificación que el rosario en la mano en aquellas ocasiones en que hacíamos esta oración. Rezamos por las madres, por los padres, por los niños que están siendo abortados, por quienes practican los abortos y por una sociedad que parece haber olvidado el valor de un niño, de una nueva vida humana en gestación. Y por nosotros, para que Dios nos dé fuerzas para orar y trabajar por la vida”, señala su portavoz.

Quieren dejar claro que “no somos de extrema derecha, ni de ninguna otra ideología. La vida humana no es de derechas ni de izquierdas, y no somos enemigos de nadie. Lo que nos mueve no es la ideología, sino el amor de Dios a esos niños, y su misericordia por sus madres y padres”.

Añade el texto que “vemos a esas chicas que van allí a la fuerza, no queriendo hacer lo que van a hacer, porque en el momento de sus vidas en el que más vulnerables se sienten, la misma sociedad que les enseñó la falacia del “sexo seguro” no mueve un dedo para ayudarlas, sólo les paga fríamente el aborto para que se deshagan de sus hijos, como si fueran lavadoras con un tubo atascado, como si alguna vez en su vida fueran a olvidarse de ese trauma y ese dolor tremendo. Ninguna mujer se merece pasar por el desgarro interior de un aborto provocado”.

Pero “nosotros estamos allí para rezar por ellas, no para juzgarlas, y mucho menos para llamarlas “asesinas”. Conocemos a muchas que han abortado y se han arrepentido, pero a ninguna que se haya arrepentido tras haber decidido tener a su hijo”.

Reconocen estas personas que “a veces les damos una estampita al salir -las vemos destrozadas- con una imagen de Jesús misericordioso y un teléfono de Proyecto Raquel, al que pueden llamar para sanarse interiormente después del aborto. Y rezamos por ellas”.

Aunque “no necesitamos rezar en voz alta, ni siquiera llevar un cartel: el Señor ya nos escucha, y -curiosamente- parece que muchos se han dado cuenta de qué hacemos ahí. Sí, hemos estado allí los 40 días de la Cuaresma, en grupitos de dos, tres, muchas veces una sola persona, de 10 de la mañana a 10 de la noche, con el ‘abortorio’ abierto o cerrado. Respetuosamente, en paz”. Eso sí, la campaña se extenderá durante todo el año.

Y es que esta iniciativa comenzó en la pasada Cuaresma dentro de una campaña global que se denomina “40 días por la vida” con el objetivo de “defender a los no nacidos”.

Este colectivo de personas incide en que “tampoco son nuestros enemigos los profesionales que practican los abortos, ni los que lo promocionan, todo lo contrario. Rezamos por ellos…”
Para este grupo de personas el derecho a abortar es “un falso feminismo, ideologizado y alejado de la realidad de la mujer, el que pretende que para ser libre, ella debe ser capaz de deshacerse de sus hijos si le obstaculizan en sus proyectos. Eso no es libertad, como no es libertad poder tener un cáncer o poder tirarse, desesperadas, por un barranco: eso daña, es la realidad, y lo extraño es que estemos tan ciegos como para no verlo”.

Concluye indicando que “seguiremos rezando por todas estas personas y por nosotros mismos, para no decaer y llevar a todos el amor misericordioso de su Padre”.

El texto, titulado ‘A los pies de la Cruz’ está firmado por Emilio Jesús Alegre del Rey, María Isabel de la Marta de la Marta y 21 firmas más.

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