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Arcos

El Arcos se siente como pez en el agua en el Barbadillo

Endosó una manita aun buen Guadalcacín, que no pudo aguantar el tirón. Los de José Herrera continúan primeros y acarician la promoción de ascenso

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  • El Arcos endosó cinco tantos al Gualdacacín. -

ARCOS C.F.                  5
C.D. GUADALCACÍN   1

Arcos: Pablo, Nano (Juanca, 80’), Gabi, Adri, David Feito, Oca, Melo, Zafra (Cortijo, 70’), Maqui, Juan Gómez (Jacobo, 36’) y Antonio Sánchez.

Guadalcacín: Lebrón, Pablo (Juanjo, 68’), Rosales, Galiano, Joselito, Luis Castillo, Rodri, Piñero, Adrián Martín (Roberto, 30’), Chiqui (Fran Jiménez, 45’) y Juan Rosillo.

Goles: 1-0 (3’) Juan Gómez. 2-0 (58’) Oca. 3-0 (62’) Zafra. 3-1 (77’) Rosales. 4-1 (86’) Maqui. 5-1 90’ Jacobo.

Árbitro: Juan Andrés Verdugo Dorado (Sevilla). Amonestó a los locales Adri y Pablo; y a los visitantes Galiano, Lebrón, Joselito y al entrenador Alberto Vázquez.

Incidencias: Trigésimo cuarta jornada. Estadio municipal Antonio Barbadillo. Unos 800 espectadores.

Aunque el marcador final del partido pueda hacer creer a los que no vieron el encuentro que el choque entre arcenses y guadalcacileños fue un coser y cantar para los locales, en absoluto fue una contienda ‘light’ y carente de interés para los espectadores y, mucho menos, fácil para los de casa. Bien es verdad que los blancos se pusieron muy pronto por delante tomando ventaja para encarrilar el resultado pero a los de José Herrera les cuesta cerrar los partidos en estas últimas jornadas y les resulta mucho más complicado meter el segundo que el primero o el tercero, tanto es así que tuvieron que pasar 55 minutos de partido para que el segundo de los de casa subiese al marcador.

Como siempre, los arcenses salieron en tromba desplegando su mejor juego y poniendo a prueba a un buen Lebrón, al que bombardearon desde el inicio con ocasiones por partida doble en el minuto 10 a cargo de Juan Gómez y Oca; Antonio Sánchez en el minuto 16; Zafra en el 24; nuevamente Antonio Sánchez un minuto después y otra vez Zafra en el 38, en la que Lebrón desvió a córner en el primer palo, dando una verdadera exhibición de agilidad y colocación que obligaba a los de Herrera a afinar en extremo su puntería y aumentar la potencia de sus lanzamientos si de verdad querían volver a batir al cancerbero azul. Afortunadamente para el Arcos, Juan Gómez había abierto la lata en los albores de la primera parte (min. 3) al cabecear impecablemente un córner botado por Feito, dando tranquilidad y confianza a un equipo que había tenido bastantes problemas en la jornada anterior, en la que dio muestras de cierta inseguridad y nervios que hacían dudar de su consistencia en lo que quedaba de campeonato, pero las enrarecidas aguas volvieron a su cauce en el Antonio Barbadillo, un escenario en el que el Arcos se siente como pez en el agua, pese a las ausencias de su portero titular, Fran, y del capitán del equipo, Zúñiga.

El traspaso momentáneo de poderes a Melo como director de orquesta, fue una apuesta acertada. El coriano hacía moverse a su equipo con criterio, las pérdidas bajo presión del rival eran mínimas y el resto lo ponían la movilidad de los jugadores de arriba, mordiendo por cada balón ante un equipo que no regalaba nada en la parcela ancha. El viento ayudaba a los blancos en los lanzamientos desde lejos y cuando no se podía llegar con claridad, la mejor opción era conservar la posesión del balón y las circulaciones largas de la pelota, que recorría casi todo el rectángulo de juego tocada por la mayoría de los jugadores arcenses. El dominio local era palpable pero las ocasiones no se materializaban. Piñero ponía la respuesta visitante en el minuto 26 disparando al lateral de la meta de Pablo; Luis Castillo se las tenía tiesas en el centro del campo con Maqui, mientras que Oca y Adrián Martín peleaban por llevar las riendas de sus respectivas escuadras hasta que el exarcense pidió el cambio en el minuto 30 por lesión, dejando a su equipo huérfano de una cabeza pensante en la medular. Piñero trataba de filtrar las espesas líneas de contención locales con su conocida habilidad y rapidez, pero los de Alberto Vázquez no creaban peligro arriba.

El Arcos, muy astuto, dormía el partido para evitar las contras visitantes y el peligro de Juan Rosillo y Chiqui, bastante desdibujados. Este último tuvo que dejar el campo lesionado antes del descanso por un golpe en la clavícula que le obligó a marcharse a los vestuarios siendo sustituido por Fran Jiménez, lo que ya era excesivo infortunio para responderle con garantías de éxito al líder.
Con el 1-0, en el minuto 56, Piñero gozó de una de las mejores oportunidades de su equipo para amargar a los blancos, al cabecear fuera un gran centro de Rosillo y dos minutos después, en el 58, Oca enganchaba una volea desde la frontal, aprovechando una serie interminable de rechaces defensivos a centros de Jacobo y Zafra, que Lebrón era incapaz de desviar. Con el segundo en la torreta del marcador, el Arcos se desmelenó y cuatro minutos más tarde, Zafra volvía a reventar la portería de Lebrón en otro rechace desesperado de la zaga azulona tras desviar un jugadón de David Feito por la banda izquierda, una autopista alemana en donde no había límites de velocidad para Jacobo y Feito. En el minuto 69, probó fortuna Antonio Sánchez pero Lebrón no regalaba y evitaba el tanto del pichichi local. En el minuto 77 llegaba el ‘momento Rosales’, un exarcense que las clava a balón parado y que ya lleva cinco esta temporada. El 3-1 ponía algo de zozobra en la parroquia arcense y Piñero, en un saque de falta lateral, metía el miedo en la grada del Barbadillo sin que la amenaza llegara a cuajar puesto que en el minuto 86, Maqui, peleando por un balón complicado en otro jugadón de Jacobo, que había arrancado desde su propia área para llegar a la de Lebrón y meter otro balón con etiqueta de gol, hacía el cuarto para los blancos, poniendo coto a la incertidumbre y dejando la promoción en bandeja para los arcenses 11 temporadas después. El quinto y último gol llegaba en plena apoteosis local, en el minuto 90, otra vez con Jacobo como protagonista, beneficiándose de un saque de falta ‘visto y no visto’, que le permitió encarar a Lebrón para batirle a media altura cerrando un marcador excesivamente cruel para lo que se vio en el tapete arcense, pero goles son amores…

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