El supuesto ataque químico perpetrado ayer en el norte de Siria no hizo más que ahondar hoy la división que las potencias del Consejo de Seguridad de la ONU han mostrado desde el inicio de la guerra.
De un lado, Estados Unidos, Francia y el Reino Unido, del otro, Rusia y, en menor medida China, los miembros permanentes del Consejo volvieron a cruzarse acusaciones y por ahora han sido incapaces de sacar adelante un simple texto de condena de lo sucedido en la localidad siria de Jan Shijún.
Allí, según la ONU, al menos unas 70 personas fallecieron y más de 200 resultaron heridas en un ataque del que la oposición siria y el régimen se acusan mutuamente.
Organizaciones como Médicos Sin Fronteras (MSF) han afirmado que las víctimas presentaban síntomas parecidos a los de un agente neurotóxico como el gas sarín.
Las potencias occidentales han apuntado directamente al régimen de Bachar al Asad como responsable y consideran que el ataque es una muestra más de su "barbarie".
También criticaron muy duramente a Rusia por proteger a Al Asad en Naciones Unidas y, en concreto, por rechazar hoy una resolución que plantearon para condenar lo sucedido en Jan Shijún.
"¿Cuántos niños más tienen que morir para que a Rusia le importe?", se preguntó la embajadora estadounidense, Nikki Haley, que acusó a Moscú de utilizar una "falsa narrativa" para blindar a sus aliados de Damasco ante posibles sanciones.
Durante su intervención, Haley se puso en pie para mostrar al resto de diplomáticos fotografías de algunas de las víctimas del supuesto ataque químico.
"No podemos cerrar nuestros ojos a esas imágenes. No podemos cerrar nuestras mentes a nuestra responsabilidad de actuar", señaló.
Ante el bloqueo en el Consejo de Seguridad, Haley sugirió además que su país podría tomar algún tipo de medida unilateral, aunque no dio más detalles.
Francia y el Reino Unido insistieron también a Rusia para que permita al Consejo de Seguridad actuar ante el uso de armas químicas en Siria.
"No hay ninguna alianza política que pueda justificar cerrar los ojos ante atrocidades masivas", dijo el embajador francés, François Delattre.
Su homólogo británico, Matthew Rycroft, insistió en que los vetos rusos en el Consejo no hacen más que animar al régimen sirio a continuar matando y defendió que el texto que proponen su país, Francia y EEUU sobre el ataque químico es aceptable para cualquier Estado.
El borrador no señala a ningún responsable y se limita a condenar el ataque, pedir una investigación internacional urgente y cooperación a las autoridades sirias y abrir la puerta a eventuales medidas contra quien sea hallado culpable.
Sin embargo, Rusia dejó claro desde el primer momento que consideraba el texto "categóricamente inaceptable" y defendió que cualquier decisión debe adoptarse después de una investigación "completa".
Al término de la reunión del Consejo de Seguridad, los países seguían discutiendo de manera informal el borrador y, ante las reticencias rusas, no se había puesto en agenda ninguna votación.
El representante ruso, Vladimir Safronkov, insistió en que todo lo que hay por ahora son "falsos reportes" y reiteró informaciones suministrados desde Moscú, según las cuales la aviación siria habría bombardeado un almacén donde el grupo terrorista Al Nusra (filial de Al Qaeda) estaría fabricando municiones "que usan armas tóxicas".
Los cruces de acusaciones desencadenados por el supuesto ataque químico se producen mientras Naciones Unidas intenta que el Gobierno y la oposición siria avancen en las negociaciones de paz de Ginebra.
El Kremlin dijo hoy que las iniciativas occidentales en el Consejo buscan "dificultar" esos progresos, mientras que EEUU acusó a Al Asad, Rusia e Irán de "no tener interés en la paz".
En los últimos días, EEUU había apuntado que la salida del presidente sirio ya no es una de sus prioridades, que se centran en combatir al Estado Islámico (EI), pero hoy el presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró que su actitud hacia Al Asad "ha cambiado" a raíz del supuesto ataque químico.
Francia y el Reino Unido han reiterado en todo momento que todo pasa por una "transición política" en Siria e insistieron hoy en que el uso de armas químicas demuestra una vez más que Al Asad tiene que irse.